Todo el mundo sabe que Asturias es una de las regiones de España en las que mejor se come. Desde su fabada hasta su cachopo o su queso cabrales, los platos más tradicionales están repletos de sabor e ingredientes de calidad. En lo más alto de la gastronomía asturiana se encuentra un restaurante con dos estrellas Michelin y un chef que nunca ha pisado una escuela de cocina.
Nacho Manzano es el dueño de Casa Marcial (La Salgar, Arriondas), una antigua casa de comidas que ha evolucionado hasta convertirse en lo que es hoy: un restaurante imprescindible donde los guisos y las croquetas son los protagonistas. Sus hermanas Esther, Olga y Sandra lo acompañan en este viaje familiar que inició la bisabuela Herminia hace más de 90 años. Marcial Manzano y su mujer Olga -los padres de Nacho y compañía- conformaron la primera idea de Casa Marcial.
Casi tres décadas cocinando lo que la tradición y la familia le ha enseñado, Nacho asegura que las clases las recibía por parte de su madre. Ni siquiera ha pisado una clase magistral. Por mucha evolución que haya demostrado, sigue siendo una casa de comidas y, con la honestidad por bandera, presentan unos platos absolutamente impactantes. Su menú más exclusivo cuesta 220 euros, mientras que los platos de la carta rondan los 50.
Los menús
Cuenta con tres menús degustación. El primero es NORDESTE: El Cachucho y el viento es un ingrediente más. Tiene un total de 21 platos, contando los postres, entre los que se pueden degustar pichón, «foie» de leche de oveja y anchoa, fabes roxes, caldo de kalamata, atún ahumado, grasa de vaca y arándanos o cantarelus escabechados, bonito asado, melocotones frescos y nata. El menú NORDESTE: El Fitu tiene un precio de 165 euros y 17 platos compartidos con El Cachucho.
NORDESTE: La Salgar es un homenaje a la casa de comidas que abrió su bisabuela en una pequeña aldea del mismo nombre. Con un precio de 130 euros, incluye platos tradicionales como croqueta Casa Marcial, pitu guisado al estilo de mi madre, la cresta crujiente y paté de sus menudillos, quesos asturianos o judías a la brasa, esencia de merluza y champiñón. En la carta pueden leerse unos pocos platos que aparecen en los menús degustación y otros únicos como el arroz con pitu de caleya.
«La experiencia comienza antes de probar el primer bocado, durante el mismo viaje hacia el restaurante a lo largo de un entorno rural con un precioso paisaje de montaña«, reza la web de Casa Marcial. La casa se ubica entre el mar, el río Sella y la montaña, ofrece vistas a la Sierra del Sueve y está a tan solo diez kilómetros de la Playa de Vega en Ribadesella. Añaden que su cocina «es una prolongación de nuestra manera de entender la vida, exprimiendo la localización y la tradición como punto de partida para crear nuestro propio lenguaje culinario».