Grassy celebra 70 años en el corazón de Madrid

Grassy celebra 70 años en el corazón de Madrid

Grassy celebra 70 años en el corazón de Madrid

Desde el año 1929 Grassy lleva forjando una estrecha relación con la relojería suiza. Lo hizo primero estableciendo el taller más importante de Madrid en el número 29 de Gran Vía, con más de 80 relojeros. 14 años más tarde, su fundador Alexandre Grassy lo trasladó al número 1 de la mítica calle, que pasó a conocerse como ‘Edificio Grassy’. Construido en 1916 por el arquitecto Eladio Laredo, se decoró con estucos italianos, frescos y pavimentos de terrazo y en sus grandes escaparates exhibía las marcas relojeras y las joyas junto a objetos de arte del siglo XIX.

Rotonda Grassy en la calle Gran Vía de Madrid, en el año 1953.

En la actualidad Yann Reznak y su hermana Patricia dirigen la empresa con el espíritu pionero y una constante búsqueda de la excelencia. En la capital cuentan con las sedes de Gran Vía y Ortega y Gasset y en ellas apuestan por el expertise de las grandes marcas y un fino sentido para descubrir nuevas firmas.

La joyería con diseño propio, tanto en reediciones de los años sesenta y setenta, como en las piezas ‘alta costura’ diseñadas por Patricia Reznak, evoca el pasado y presente de la firma. Además, y aquí vuelve a asomar el carácter emprendedor de la casa, Grassy ha creado un espacio para el arte uniéndose a artistas plásticos de reconocido talento y jóvenes diseñadores para llevar a cabo acciones puntuales y una joyería única en su género que muestra otro detalle singular del patrimonio familiar: la habilidad para fomentar nuevas vías de expresión artística.

El último en sumarse a la lista es el diseñador Óscar Mariné, que para celebrar los 70 años de la firma en el número 1 de la calle Gran Vía, ha creado 11 personajes bautizados como ‘Familia Grassy’, que representan de forma creativa y vanguardista los valores de la firma. Esta acción coincide además con el inicio de la campaña de Navidad, que extiende la obra del artista a publicidad, marquesinas y a los escaparates de las tiendas.

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Celebrar con elegancia

Las casas relojeras Nomos y Moritz Grossmann han colaborado con Grassy en la creación de los relojes para conmemorar este especial aniversario. Por un lado, Nomos Grassy reedita el Tangente, el modelo más icónico de Nomos, en una serie limitada con dos diámetros diferentes -14 unidades de 35mm y 21 unidades de 38mm-. Cada pieza presenta en su caja de acero un grabado indicando la numeración de la serie y la conmemoración del aniversario, dejando su calibre Alpha de manufactura a la vista.

Cuenta con una esfera personalizada en verde azulado, segundero plateado a las seis. El símbolo de Grassy queda representado en la esfera en la posición del índice bajo el segundero y grabado en la corona. Cada reloj trae un juego de dos correas, Shell Cordován y milanesa de acero.

El otro ejemplar que rinde homenaje a este aniversario es una edición limitada de siete unidades del modelo Benu Primavera, realizado artesanalmente. Presenta una esfera única, personalizada con un característico azul Grassy y la numeración de las piezas está grabada en su caja de acero de 40.5mm de diámetro. El reloj tiene un calibre 100.1 de manufactura, cuerda manual y 42 horas de reserva de marcha, en su platina 2/3 alemana presenta el grabado “1953-2023” en referencia al aniversario. Cuenta con un sistema de bloqueo gracias a un pulsador que se encuentra bajo la corona, que sirve para reactivar el mecanismo con una alta precisión evitando alterar la posición de las agujas tras la puesta en hora. Este modelo presenta una correa de becerro de ante marrón.

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