Un año más, Gentleman ha convertido Madrid en un punto de encuentro para los amantes de la creación artesanal con la celebración de su ya consolidado Foro de Artesanía. La cita, que tuvo lugar ayer 13 de noviembre en el Espacio Leclab, situado en la histórica Casa Gallardo frente a la Plaza de España, reafirma el compromiso de la revista con la manufactura, la tradición y la excelencia, reuniendo a un conjunto de creadores que encarnan a la perfección la esencia de esta iniciativa: reivindicar lo hecho a mano, lo auténtico y lo duradero.
Durante varias horas, el espacio acogió piezas únicas procedentes de distintas disciplinas. Objetos concebidos desde la paciencia, el oficio y la búsqueda constante de la calidad ocuparon el centro de un encuentro que celebra la autenticidad en una era marcada por la inmediatez. Cada creador aportó una mirada particular resultado de técnicas depuradas a lo largo de varias generaciones.
La excelencia artesanal como sello de identidad
La cita reunió a una cuidada selección de creadores que mostraron la diversidad del panorama artesanal actual: la cerámica arquitectónica de Ofenhous; las guitarras del luthier Felipe Conde, codiciadas por grandes músicos nacionales e internacionales; la encuadernación artística y meticulosa de Luis Mínguez; los muebles de madera curvada concebidos por Andrés Mariño; o las joyas originales y audaces de Saskia Bostelmann. También participaron 800 gramos, con su cerámica decorada a mano, cada pieza única e irrepetible; Antonio Martínez, con su brillante trabajo de orfebrería en plata; y Cristina Vallejo, de El Sur, con objetos de fibra que reivindican y reinterpretan las tradiciones artesanales de nuestro país.
El evento contó asimismo con el patrocinio de S.T. Dupont, que mostró una selección de encendedores y estilográficas donde la artesanía mantiene un papel fundamental. La gala estuvo patrocinada por Cinco Jotas, con sus jamones de bellota 100% ibéricos; Mar de Frades y su albariño atlántico; y el limoncello Villa Massa, base de los cócteles que degustaron los asistentes. Completaron la experiencia gastronómica el queso Parmigiano Reggiano y el steak tartar de La Finca de Jiménez Barbero, que acompañaron la velada con sus productos emblemáticos.
La jornada puso en valor los materiales nobles, los procesos sostenibles y los métodos de producción que privilegian el detalle y la excelencia. Los asistentes pudieron acercarse no solo a las piezas, sino también a las historias de quienes las han creado y a estos oficios marcados por fielmente por sus raíces.
