La bodega Vallformosa no tiene finca propia. Cuenta con una riqueza mucho mayor: más de 500 viticultores a los que agrupa en el Club Yo Soy Vallformosa, un espacio de encuentro constante en el que no solo encuentran los mismos beneficios que cualquier trabajador de la compañía, sino también la formación y el asesoramiento necesarios para garantizar la calidad de la uva deseada. De esta forma, Vallformosa se garantiza, además, el control de la calidad de sus vinos y espumosos desde el inicio del ciclo del viñedo: monitorizan el crecimiento en las diferentes fincas, vigilan su maduración y predicen las cosechas a través de una agricultura de precisión basada en tecnología informática y en imágenes captadas por satélites, con un equipo técnico que visita y diseña las actuaciones fitosanitarias y vegetativas en todas y cada una de las parcelas.
Todo esto sucede en el Penedés, donde Vallformosa cuenta con una bodega en la que elabora el 100% del mosto que utiliza. El resultado son tres marcas de cava –Vallformosa, Mistinguett y Gran Barón–, que suponen el 85% de la producción de la bodega; una de vino –Cultivare– y una de vino en lata –l’mperfect–. Entre todos, han conseguido más de 30 medallas de oro en concursos nacionales e internacionales en los últimos cinco años, entre ellos el de mejor bodega en los premios Vinari en 2020, 2021 y 2022 o el de mejor elaborador de espumosos en 2022 en el Berliner Wein Trophy.
Con más de 150 años de historia, Vallformosa se ha convertido así en un referente de calidad, presente en más de 50 países y abanderando un compromiso con la sostenibilidad y el territorio que va mucho más allá de la retórica. Además de esa relación estrecha que mantiene con sus viticultores y sus familias, colabora con proyectos de inclusión laboral de personas con discapacidad y otros grupos en riesgo de exclusión. En cuanto al territorio, la bodega colabora en programas de conservación del espacio conocido como Zona +500, un entorno en la parte alta del Penedés que acoge una biodiversidad natural única, donde los viñedos se integran entre colinas y montañas y donde Vallformosa fomenta también la recuperación de variedades autóctonas. De la misma forma, su proyecto Plus busca y analiza parcelas para encontrar los mejores viñedos, con cepas con muchos años de historia y bajo rendimiento, pero excelente calidad.
Se trata, en definitiva, de una bodega que asienta su excelencia en las personas, el territorio, la innovación, la calidad y el respeto al medioambiente.
El regreso de la copa Pompadour
Ahora, las legendarias bodegas emprenden un nuevo camino hacia la esfera gastronómica con Gala Brut Nature Reserva en seis restaurantes de Barcelona, acompañado de una original tapa diseñada para esta nueva iniciativa que responde de By The Glass. Tiene como objetivo impulsar el espumoso y posicionar a Vallformosa como nuevo aliado de la gastronomía contemporánea. La copa Pompadour es la protagonista de esta nueva acción junto con este cava de notas ci?tricas y afrutadas que, además, presume de reconocimiento en el campo vini?cola como la plata en el International Wine & Spirit Competition 2021.
Esta iniciativa estara? disponible hasta el martes 27 de diciembre. El comensal recibira? Gala Brut Nature Reserva, servido en una copa Pompadour para maridar la tapa en cuestio?n. Los establecimientos de esta exquisita ruta son Molino de Pez (Còrsega, 346), enfocado en la tradición renovada de los fogones, donde la tapa escogida es la trucha ahumada con salsa ta?rtara; Bar Lombo (Moliné, 1), una trattoria italiana en la que el chef Eugeni de Diego reinterpreta la cocina mediterránea sin grandes adornos y con la calidad como bandera; la tapa escogida es el carpaccio de ventresca, elaborado con atu?n Balfego?, aceite de oliva y parmesano; Fismuler (Rec Comtal, 17), el restaurante de Nino Redruello famoso por platos como el escalope o la tarta de queso ha elegido para esta iniciativa una ensalada de burrata casera con pera, cecina y un toque de frutos secos; el restaurante Gala (Provença, 286), la ma?xima expresio?n del universo daliniano ubicado en el corazón de Barcelona y dirigido por el Grupo Isabella’s, presenta el tartar de salmo?n fresco con vinagreta de soja y yuzu; Pepito (Pasaje de Domingo, 3), una braseri?a diseñada para los amantes de la carne en todos sus formatos, ofrece la clásica ensaladilla rusa; y, por último, Pepinillo (Plaza del Dr. Letamendi, 33), una selección de tapas espan?olas con pequen?os toques de fusio?n internacional, se ha decantado por la sardina ahumada en coca, aceite y tomate.