Uno de esos lugares en el que a muchos les gustaría tener una casa para jugar a ser viticultor. Un lugar de esos donde todavía hay estaciones. El invierno es frio y en verano hace calor, como ha sido toda la vida.
En este paisaje, las viñas se funden con los almendros y los olivos. La primavera es una fiesta de tal colorido que nos recuerda a la paleta de un pintor. Los viñedos se cultivan en terrazas de tierras profundas y poco permeables. El trabajo es duro y riguroso. Sus productos, muy especiales.
De las numerosas bodegas de la zona, Vinos Piñol es mi favorita. Sus vinos ayudan a entender esas fotos en blanco y negro que adornan la web. Aquí hay tecnología, pero también se sabe mucho de mañanas de frio y poda en el viñedo y días de calor que adelantan una vendimia.
A la tarde, cuando se abre una botella de Mather Teresina, el aficionado entiende mucho de la filosofía de la familia Piñol. Josefina lo explica muy bien con su delicado acento catalán: granate, intenso y con sutil toque de regaliz. A mí me gusta porque es una joya, con esos toques balsámicos y ahumados, huele a tierra volcánica y a tarde de verano cuando las piedras del campo cogen temperatura.
Con ellos, se entiende mucho de esta denominación. Los Piñol son una familia que dice mucho de esta tierra. Catalanes de raíz, españoles de sentimiento y gente que está encantada de enseñar su tierra. Ellos fueron pioneros en crear un pequeño hotel en un viejo caserón del siglo XVII de la familia.
Como consumidor, si no queremos, o no podemos, gastarnos los 33 euros de la botella, buscamos una botellitas de Señora del Portal, que vale una tercera parte y no tendremos que mirar de reojo a la copa del invitado en nuestra casa en caso de ser nosotros los anfitriones.
Mather Teresina
Celler Piñolhttp://www.cellerpinol.es Tipo: Terra Alta Tipos de uva: Morenillo, Merlot, Tempranillo, Syrah, Cabernet Sauvignon y Garnacha Tinta Características: potente, profundo, redondo, carnoso Graduación: 14.85% Temperatura de servicio Precio: 29.85