Memoria de un mundo que desaparece

Memoria de un mundo que desaparece

Memoria de un mundo que desaparece

Hasta el 30 de noviembre, el fotógrafo José Quintanilla expone las fotografías de ‘Mi casa, mi árbol’ en el Colegio de España de París. Desarrollado entre 2012 y 2014, el trabajo recoge una serie de 16 fotografías realizadas en la región de La Mancha, en diferentes parajes de Albacete y Ciudad Real. En las fotografías aparece siempre una casa de campo relacionada con uno o varios árboles. La mayoría de dichas casas, situadas en duros entornos rurales, se encuentran abandonadas y muchas en estado ruinoso. Son espacios perdidos en el limbo.

El proyecto, resultado de múltiples viajes por la zona, muestra la mirada cálida y casi antropológica del autor, que alude a la relación entre la casa y el árbol como confrontación entre el trabajo racional del hombre y el elemento abstracto aportado por la naturaleza. Son imágenes que parecen antiguas, como encontradas en un mercadillo. Se trata de copias únicas, ya que el autor tiñe el papel fotográfico antes de cada positivado.

‘Mi casa, mi árbol’ encaja en una cierta corriente artística que busca recuperar la memoria de un mundo rural que está desapareciendo y de la que hay ejemplos en recientes novelas, ensayos, pintura o fotografía. José Quintanilla advierte con sus imágenes del abandono de ese mundo, casi despreciado por una sociedad que olvida el pasado. Fotografías con raíces, que recuerdan a hombres y mujeres que se dejaron la vida en el campo en unas condiciones durísimas, trabajando mano a mano con los animales y durmiendo en esos pequeños habitáculos, donde había una sola habitación para compartir.

La exposición se enmarca en el mes de la fotografía parisina, que incluye las ferias Paris Photo y Fotofever. “Mi casa, mi árbol” obtuvo en 2013 el primer premio del Concurso Internacional de Fotografía del Ayuntamiento de Zaragoza.

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