La marca de jamón ibérico Montaraz se ubica en Extremadura y cuenta con 36.000 hectáreas de dehesa. En este entorno, resultado de un exhaustivo trabajo de conservación a través de prácticas sostenibles como la reforestación de árboles autóctonos en la zona, viven los ejemplares de cerdos libres, disfrutando de los extensos campos de la zona y de sus abundantes pastos y hierbas aromáticas, como el romero o el tomillo. «Probablemente estamos ante la mejor montanera de la historia, nosotros nunca hemos vivido algo así. Es increíble la cantidad de bellota y hierba acumulada que encontramos, es la montanera del siglo», destaca Ramón Martín, CEO de Montaraz.
Cuidar del proceso
Una de las cualidades especiales de la montanera de Montaraz es el tiempo a los procesos de cría y curación. «A la hora de criar a nuestros animales tenemos en cuenta la edad del animal al principio de la montanera, de ello dependerá la calidad de la carne y su perfil de ácidos grasos de la grasa subcutánea de la pieza cuando la curemos sin aditivos de forma natural», puntualiza Martín. «Para elaborar productos curados de mayor calidad es mejor que los cerdos entren a la montanera con 18 en lugar de con 12 meses’. En su repertorio de productos destacan los cortes nobles de carne, como el lomo, la presa, la pluma, el solomillo y el secreto, pero también el abanico, el cabecero, el carré, la carrillera, la lágrima, el lagarto, la panceta y la papada. Todos proceden de sus mejores cerdos de raza ibérica y criados en libertad. Cortes exclusivos en su momento óptimo de calidad, textura, sabor y aroma que caracteriza a los productos de Montaraz.
Montaraz vende sus carnes frescas 100% ibéricas exclusivamente en el canal HORECA en lugares como el mítico Joël Robuchon de Tokyo o Alinea Restaurant en Chicago. Espacios de restauración que comparten los valores de excelencia y calidad con Montaraz, tanto en las instalaciones como en el servicio que ofrecen cada día a sus clientes.