Nos adentramos en la Casa Szoke, donde Almodóvar rodó ‘La habitación de al lado’

Casa Szoke en San Lorenzo de El Escorial, donde Pedro Almodóvar rodó 'La habitación de al lado'.

La Casa Szoke, una vivienda diseñada por el estudio Aranguren + Gallegos en San Lorenzo de El Escorial.

Galardonado con el León de Oro del Festival de Venecia, el primer largometraje en inglés de Pedro Almodóvar, La habitación de al lado (The Room Next Door) está dando mucho que hablar en el panorama cinematográfico internacional. Protagonizada por Julianne Moore y Tilda Swinton, desarrolló parte de su rodaje en Casa Szoke, una vivienda diseñada por el estudio Aranguren + Gallegos en San Lorenzo de El Escorial.

La habitación de al lado narra el reencuentro de dos viejas amigas, Tilda Swinton y Julianne Moore, en un momento crítico. La cinta explora tópicos recurrentes del cine del director manchego: los lazos profundos entre mujeres, la eutanasia o el derecho a una muerte digna. Para ello el cineasta ha optado por un escenario muy especial, un refugio en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, la Szoke House (2028-2020), alterna a la de Woodstock (EEUU) de la novela en la que se inspira el film.

Fotografía:Jesús Granada
Situada en San Lorenzo de El Escorial, la Casa Szoke ofrece unas preciosas vistas a la naturaleza.

Uno de los motivos por los que Almodóvar optó por la Casa Szoke para su obra es su peculiar configuración geométrica, un auténtico icono del estudio Aranguren + Gallegos, dúo formado por María José Aranguren López y José González Gallegos, catedráticos de Proyectos Arquitectónicos de la ETS de Madrid.

Un escenario de ocho volúmenes sobre una topografía irregular y, a la vez, un paradigma de compatibilidad entre arquitectura e integración paisajística. Su carácter fragmentario acoplado a la pendiente y sus cubiertas y cerramientos de acero corten prácticamente lo mimetizan con su entorno; de hecho, su textura y tonos apenas difieren de la piedra granítica del terreno opacada por la erosión, el musgo y los líquenes presentes, o de las tonalidades rojizas de los pinos circundantes.

Esta disposición optimiza la eficiencia energética de la Casa Szoke: en el volumen más alto, la biblioteca, un gran porche en dos frentes (desde el que se otean tanto la cúpula como las torres del monasterio) aprovecha las frescas corrientes de aire del pinar en verano; mientras que su cara opuesta maximiza la exigua luz invernal de San Lorenzo.

Fotografía:Jesús Granada
El estudio Aranguren + Gallego está detrás de las originales formas geométricas de la Casa Szoke.

Cada volumen da paso al siguiente mediante escaleras. Funcional, minimalista, tan elegante como sofisticado, el interior de la edificación rivaliza con el exterior. Su decoración nórdica, con la madera como protagonista, no solo transmite calidez, sino que conecta con el entorno. «Hace 40 años que abrimos el estudio, pero mantenemos intacta la ilusión. No somos arquitectos de estilo. Cada proyecto es una aventura y el riesgo es importante, aunque se trate de una vivienda de protección oficial… Es un privilegio que Almodóvar haya reparado en la Casa Szoke», aseguran los arquitectos responsables de la misma.

Para Almodóvar, plató, espacio y luz, interiorismo o mobiliario único o de diseño, rivalizan con sus tramas. Y todo eso está presente en esta vivienda unifamiliar bioclimática de 450 metros cuadrados localizada en la falda sur del monte Abantos, en un entorno de pendientes acusadas, jaras, pinos y roquedales, con una vista panorámica excepcional de Las Machotas, sendas colinas de la sierra de Guadarrama, y del bosque de la Herrería.

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