Ulysse Nardin, a la conquista del mar

Ulysse Nardin, a la conquista del mar

Ulysse Nardin, a la conquista del mar

En este comienzo de primavera, Ben Thouard viene a completar la armada de exploradores de Ulysse Nardin, formada por el apneísta y fotógrafo Fred Buyle, los regatistas Sébastien Destremau, Romain Pilliard y Dan Lenard, el snowboarder y surfista Mathieu Crépel, y el campeón de kitesurf Alex Caizergues. Al igual que el héroe de la Odisea de Homero, estos Ulises contemporáneos se lanzan a la conquista de sus sueños y ambiciones, sin temor a lo desconocido ni a los posibles obstáculos, conectados más que nunca a los ele- mentos, al océano y a la naturaleza.

Thouard creció en Tolón, una ciudad del sur de Francia muy cercana a Marsella. Aunque no es un lugar con un oleaje óptimo, fue suficiente para comenzar su pasión por el surf a los 8 años. Cuando tenía unos 15 años, encontró una vieja cámara analógica en el desván de la casa de sus padres. La curiosidad le llevó a comprar unos cuantos carretes y así descubrió su segunda pasión: la fotografía.
Animado por la pasión que siente por el mar, y equipado con su material fotográfico y su DIVER Great White 44 mm, Thouard persigue las olas, su fuerza y su claridad en una búsqueda constante para captar su belleza y su emoción. Thouard cuenta con más de dos millones de fotografías extraordinarias que captan el movimiento de las olas, y además, acaba de publicar su primer libro artístico: SURFACE.
Tras comenzar como fotógrafo de surf, Thouard decidió dedicarse a un estilo fotográfico que él mismo define como artístico. Acariciando la superficie del agua con su objetivo, busca captar la atemporalidad de la naturaleza. Las fotos de Ben Thouard, hechas bajo el agua o sobre su superficie, revolucionan las referencias jugando con la luz y haciéndonos perder la noción de la gravedad y del tiempo.

En plena ola, bajo ella o sobre ella, da igual. Lo importante es la textura, la luz, la profundidad, la belleza deslumbrante de la naturaleza y de los elementos. Ben Thouard vive actualmente en Tahití, un lugar que aprecia especialmente por su mar cristalino color turquesa. Y lo entendemos perfectamente. Sus imágenes, bañadas por matices de color azul, gris y blanco, nos conmueven profundamente.
Logran transmitir una calidad estética y atemporal inédita, y le han valido el reconocimiento mundial y varios galardones. Ben Thouard se aventura en el mar a horas específicas y calculadas metódicamente, sin dejar nada al azar. Sus imágenes suelen necesitar más de un día entero en el agua, midiendo con precisión los rayos del sol para lograr captar tan solo algunos segundos. Meses enteros de trabajo para lograr una sola foto, para conquistar una sola ola. Un solo instante.
A pesar de que en la actualidad la fotografía no nos impresiona tanto como en sus comienzos, la obra de Ben Thouard posee un carácter magnético innegable. Es lo que marca la diferencia entre la fotografía y la fotografía artística. Esta última produce imágenes y emociones que buscan arrancar a la realidad tangible los secretos que a simple vista no parece ser capaz de revelar. La obra de Ben Thouard es una magnífica obra de composición gráfica, pero también de emociones. Para Ulysse Nardin es un orgullo brindarle su apoyo.

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