La casa de subastas Woolley & Wallis ofrecerá al mejor postor un par de pistolas históricas de la colección privada del Príncipe Augusto Federico, primer Duque de Sussex (1773–1843). Fabricadas hacia 1795 por el célebre armero real español Francisco Targarona, se cree que fueron un regalo personal de la Reina Consorte de España, María Luisa de Parma (1745–1819), esposa del Rey Carlos IV, a su estimado amigo el Duque. Este detalle diplomático representaba la importancia de la relación entre las dos casas reales de Gran Bretaña y España.
El Duque de Sussex, sexto hijo del Rey Jorge III del Reino Unido, destacó por su defensa de las libertades civiles y su cercanía con miembros prominentes de la realeza europea. Su vínculo con la corte española se remonta a su juventud, cuando fue huésped de María Luisa y del entorno de Carlos IV. A su muerte en 1843, el duque dejó una notable colección de armas, entre ellas estas dos pistolas ahora disponibles al público por primera vez.

Las piezas, de calibre 22 y sistema de cerradura Miquelet, destacan por su complejidad técnica y ornamentación. Están decoradas con detalles en oro y llevan grabado el nombre del destinatario. Diseñadas para ensamblarse en una sola arma corta, son testimonio de la exquisita artesanía de Targarona, quien sirvió como armero del Rey de España hasta su muerte durante la Guerra de Independencia.
Ned Cowell, Director de Armas y Armaduras en Woolley & Wallis, resume los detalles técnicos de estas piezas. “La cerradura característica construida por los fabricantes españoles es el tipo conocido por los coleccionistas como ‘cerradura Miquelet’, que se distingue por un muelle principal externo y cerrojos que actúan lateralmente a través de la placa de la cerradura. Las cerraduras altamente refinadas derivadas de este tipo eran particulares de los mejores fabricantes madrileños entre 1700 y 1800 y se encuentran en armas de la más alta calidad”.
Además, destaca que “La culata acanalada también es típica de Madrid. El sistema para convertir las dos pistolas en una sola arma corta es ingenioso; la pistola donante tiene, en lugar de una verdadera sección de culata octogonal, una funda de la misma forma, de la que se extrae su cañón continuamente redondo después de retirar el cierre de llave. El tapón de cierre es poco profundo y ranurado en la parte posterior y puede extraerse fácilmente para dejar al descubierto las roscas hembra. La pistola receptora tiene una boca roscada, oculta en uso normal, en la que se atornilla el cañón donado para formar un ajuste perfecto. Las varillas del pistón se combinan de manera similar, y la culata de la empuñadura de la pistola se sustituye por la hombrera. Esto demuestra un nivel verdaderamente notable de mano de obra”.
“Es un honor para nosotros ofrecer un par de pistolas tan excepcionales de un armero tan distinguido y con un trasfondo tan histórico”, explica Cowell. Las pistolas se presentan en su estuche original de caoba forrado en terciopelo, e incluye una placa con estas palabras grabadas: «Adquirida en la venta de Su Alteza Real el Duque de Sussex, 1845».
Durante su vida, el duque amasó una gran colección de armas, que fueron ofrecidas (las pistolas entre ellas), para subasta a su muerte en 1843. Ahora estas dos piezas tan especiales formarán parte de la subasta de Medallas, Monedas, Armas y Armaduras que tendrá lugar el 3 de junio de 2025. Su precio estimado oscila entre 20.000 y 30.000 libras esterlinas.