Wempe acogió recientemente en su boutique de Madrid un encuentro para celebrar los 25 años de colaboración con la firma de alta relojería A. Lange & Söhne. La cita sirvió para repasar la trayectoria conjunta y presentar algunas de las piezas más destacadas que actualmente se pueden encontrar en el espacio madrileño.
A. Lange & Söhne retomó la producción de relojes en Glashütte en 1994, impulsando desde entonces un estilo propio que combina tradición, innovación y una constante búsqueda de la perfección. El lanzamiento del Lange 1 marcó un hito en la relojería contemporánea: su esfera descentrada generó debate en sus inicios, pero con el tiempo se convirtió en un icono indiscutible de la marca. Desde entonces, numerosos modelos han reforzado esta identidad, manteniendo un compromiso firme con la excelencia técnica y estética.
La historia reciente de la manufactura está estrechamente ligada a la visión de Walter Lange, bisnieto del fundador Ferdinand Adolph Lange. Tras la reunificación alemana, impulsó la recuperación de la relojería de alta gama en Sajonia con un objetivo claro: crear relojes que estuvieran a la altura de la tradición de los antiguos relojes de bolsillo Lange, pero que también establecieran nuevos estándares. Esa filosofía quedó personificada en el LANGE 1, símbolo del equilibrio entre herencia y vanguardia.
El proceso de creación en A. Lange & Söhne destaca por su meticulosa atención al detalle. La manufactura ha desarrollado internamente más de 60 movimientos desde 1990, fabricando la mayoría de sus componentes y decorándolos a mano. Incluso las piezas que quedan ocultas tras el montaje reciben acabados tradicionales, mientras que elementos distintivos, como el volante grabado a mano, convierten cada reloj en una pieza única. El ensamblaje doble de los movimientos garantiza el nivel de precisión y calidad característico de la marca.
El diseño de los relojes Lange también ha consolidado un sello inconfundible. Sus modelos, distribuidos en cinco familias, comparten rasgos reconocibles —desde las asas curvadas hasta la tipografía característica o la forma de las agujas— que permiten identificar la marca incluso sin el logotipo. Esta coherencia estética, unida a su prestigio técnico, explica por qué las piezas de A. Lange & Söhne continúan siendo un referente dentro de la alta relojería.
La presentación en Wempe reafirmó la solidez de una colaboración que suma ya 25 años y que sigue acercando al público de Madrid algunas de las creaciones más representativas de la relojería sajona.
