Larga vida al ‘Carrera’: Tag Heuer lanza una edición especial de su icónico reloj
Tag Heuer ha lanzado la última edición especial del Carrera, el legendario reloj ideado y lanzado en 1963 por el propio Heuer y que este año no solo ha sido replanteado para continuar su brillante periplo de éxitos, sino que ha ofrecido singulares ediciones especiales que han servido para celebrar otro cumpleaños, el de la […]
Tag Heuer ha lanzado la última edición especial del Carrera, el legendario reloj ideado y lanzado en 1963 por el propio Heuer y que este año no solo ha sido replanteado para continuar su brillante periplo de éxitos, sino que ha ofrecido singulares ediciones especiales que han servido para celebrar otro cumpleaños, el de la marca y sus 160 años de historia. Para muchos, una elección acertada. Uno de ellos es un buen amigo de la marca: Aitor Ocio, para quien “el Carrera es, de todas las colecciones, el que mejor representa el origen de la marca”. No solo eso: “Creo que por diseño, automatismos, es el que más representa o identifica a la marca, y por supuesto, su vínculo con el automovilismo”.
Eso es lo que subyace en el universo Carrera, una relación muy especial con el control del tiempo y la competición automovilística, incluidos los pilotos. De hecho, esta última edición limitada –del Carrera Chronograph Jack Heuer Birthday Gold Limited Edition solo se harán 188 piezas– se inspira en el reloj Heuer favorito de Jack (el Heuer Carrera 1158CHN), que se declinaba en oro de 18 quilates en los 70, en una especie de ritual de buenos deseos para el equipo Ferrari y sus pilotos.
El Carrera había nacido en 1963, en una década muy productiva para la marca, y por extensión para la relojería. Como dice Álvaro Menor, arquitecto, empresario y apasionado de la relojería de calidad, “los relojes de los años 60 no tenían cosas que no fueran necesarias.
De líneas básicas y bien hechos, ofrecían una visión atemporal. Cuando un diseño es bueno y está bien hecho, la longevidad de ese producto es indefinida”. El Carrera, efectivamente, lucía un diseño puro, limpio y moderno que no necesita mayores retoques. El lifting apresurado de un icono hubiera resultado superfluo a tenor de unos elevados principios ya reconocibles. Jack Heuer había confesado que para la concepción del Carrera tomó elementos estéticos del pop art y la desnuda y sensual geometría de la arquitectura de Oscar Niemeyer, así como de la fuerza visual de la sencillez de la silla de Eero Saarinen. Y eso es lo que está contenido en el nuevo TAG Heuer Carrera Sport. Con 44 mm, la caja de acero presenta asas más cortas; se ha logrado una mejor integración del cristal de zafiro, y el bisel de cerámica con taquímetro refuerza su imagen deportiva. Mantiene el diseño tri-compax del Carrera original de los años 60, pero la distancia entre los contadores es mayor, así como el tamaño de las subesferas.
La más clásica
Dice Aitor Ocio que uno de los valores del Carrera está “en que su estilo combina a la perfección lo deportivo con lo elegante. Es un reloj que encaja en cualquier momento del día; incluso te lo puedes poner con un traje y corbata”. Y si alguien tiene una duda al respecto, basta con contemplar la versión del Cronógrafo Carrera de elegante diseño e inspirado en los modelos históricos de TAG Heuer. Son cuatro cronógrafos que se caracterizan por un diseño contemporáneo y refinado, y rinden homenaje a la trayectoria del TAG Heuer Carrera, convertido con el paso del tiempo en un reloj icónico. Esta reinterpretación del TAG Heuer Carrera se muestra como un reloj muy sofisticado y de carácter intemporal gracias a un estilizado bisel de acero, diseñado sin escala taquimétrica y con el fin de conservar la estética general del inolvidable TAG Heuer Carrera con esfera plateada de 1963.
Declinado en caja de 42 mm, conserva la funcionalidad del cronógrafo mediante dos pulsadores y subesferas. Disponible en color opalina negra y en azul, antracita o plateado con cepillado y acabado rayo de sol, la esfera cuenta con subesferas con efecto azurage a las 3 y a las 9 y un pequeño segundero continuo a las 6, encima de una discreta ventanilla de fecha. Un sentido estético que permanece porque, como explica Álvaro Menor “es un diseño simple lleno de toda la complejidad. Y no es nada fácil conseguir este efecto, por eso es atractivo para la gente y permanece más en el tiempo. Hay que detenerse un momento en la gran incorporación de estos Carreras, el calibre Heuer 02. Desde su creación fue concebido como un instrumento de alta precisión que cumpliera con las demandas de los mejores pilotos del mundo.
Fiel a sus raíces y a la máxima exigencia técnica del deporte motor, el movimiento Heuer 02 es otro ejemplo más del compromiso de la firma con la innovación. No hay que olvidar que el Carrera ha sido banco de pruebas donde se desarrollaron grandes apuestas técnicas como el Calibre 11 (Chronomatic) o el Carrera 1887, ganador de Le Petite Aiguille del Gran Prix d’Horlogerie de Genève hace 10 años. El calibre Heuer 02 es un movimiento automático con función cronógrafo que ha reducido su grosor e incrementado su autonomía de marcha hasta las 80 horas.
Si la Carrera Panamericana sitúa el origen del nombre del reloj, su trayectoria posterior como instrumento ha tenido un carácter universal; ha llegado a cada rincón del planeta con ese diseño sencillo y esencial. Como bien expresa Menor, “hay cosas que están tan bien hechas que son inmejorables y a pesar de los años siguen vigentes. A lo largo de las diferentes etapas de creación del ser humano a las creaciones se le añaden o se le quitan cosas. Si logras simplificar al máximo los elementos, y son más esenciales, menos necesitará cambiar y más tiempo permanecerá fiel a su origen”.
Es difícil decantarse, como apunta Aitor Ocio, “por una pieza concreta” en este despliegue que TAG Heuer ha hecho este año del Carrera. Aunque él parece tenerlo claro: “La edición Especial Montreal”. Este TAG Heuer Carrera 160 Years Montreal Limited Edition está inspirado directamente en el White Heuer Montreal, referencia 110503W, lanzado en 1972. Jack Heuer buscó con esta creación una estética depurada y de buenas proporciones, pensadas para de un simple vistazo poder ver los tiempos mientras se conducía. Ahora, la esfera blanco mate cuenta con tres sorprendentes contadores en azul con efecto azurage.
Elegante y atemporal
El cronógrafo Carrera 160 Years Silver Special Edition de acero inoxidable mantiene muchas de las características más destacadas de su predecesor, como su elegante y atemporal esfera. Sin embargo, el nuevo modelo cuenta con ligeros cambios como el tamaño de la caja, ahora de 39 mm de diámetro en vez de los 36 mm originales. Debido al diseño del movimiento Valjoux 72 del año 1963 y el actual Calibre Heuer 02, el indicador de segundos se sitúa a las 6 en vez de a las 9. Otro cambio con respecto al original está en la forma de las agujas centrales de horas y minutos, ahora biseladas y revestidas con SuperLumiNova®.
Para cerrar el capítulo de las ediciones limitadas –todas ellas a 1.860 piezas–, aparece en escena el Carrera Sport Chronograph 160 Years Special Edition, inspirado en el clásico modelo Heuer ‘Dato 45’, que en 1965 se convirtió en el primer cronógrafo de pulsera en contar con un disco de fecha giratorio. Al igual que aquel, la esfera cuenta con una ventanilla de fecha a las 12 h. El TAG Heuer Carrera Sport Chronograph se declina con esfera azul o blanca y lo hace con una caja de 44 mm de acero y un bisel en cerámica (azul o negra) con escala taquimétrica. Los contadores en contraste de ambos modelos (a las 3 y 9 horas) también conocidos como ‘panda’, son el elemento distintivo, como lo fueron en su predecesor. Hay una virtud que acompaña a todos los Carrera, como bien expresa Álvaro Menor: “Son fáciles de ver y de leer. Y eso es lo que le ha dado una larga vida al Carrera”.