Diane Keaton
La actriz de 68 años ha sabido reciclarse y darle un punto juvenil a su estilo sin caer en el concepto chiquivieja, en el que se han sumido otras actrices como Ana Obregón o Goldie Hawn, que parece que se resisten a asumir la edad que van cumpliendo. La americana de cuadros vichy que ha elegido, con la camisa de cuello wing tip y la falda lapicero construyen a su alrededor una cúpula de formalidad. Por otra parte, las gafas de pasta gruesa a lo Buddy Holly y los calcetines blancos estilo Traci Lords en Cry Baby le restan seriedad.
Mar Flores
Mar se ha presentado en la entrega de los premios T de la Moda, otorgados por la revista Telva, paradójicamente de esta guisa. Es alta y bella, pero no por ello puede permitirse ponerse cualquier cosa y que el resultado sea óptimo. El color pastel del azul celeste que tiene el vestido no le favorece nada con su tonalidad de cabello y piel –le iría mejor a una chica rubia de tez clara-; el pellejo que le ha arrancado al Rey Julien –lémur de la película Madagascar– y que se ha colocado, cual tapete sobre la tele de tubos, por encima de los hombros es un absoluto despropósito. Las medias plumeti y los tacones de raso tampoco son la mejor elección, ya que crean una sensación de recargamiento.
Joaquín Reyes
La delicada postura deja bien claro que le importa un pimiento lo que opinen de él. Aun así, vamos a opinar. La camisa estampada, con la corbata roja brillante metida por dentro del jersey de pico y la americana con pinta de oler a naftalina, configuran un estilo viejuno. Sin embargo, es intencionado, por lo que aceptamos barco. De cintura para abajo los pitillos y los zapatos Dr. Martens granates disminuyen el rango de edad. Conclusión: tronco senil y piernas mancebas.
Victoria Beckham
Aunque por la expresión parezca un personaje macabro de Tim Burton, es Victoria Beckham… y va vestida con sus propios diseños –esta no es la mejor promoción, desde luego-. El jersey negro de canalé es un clásico, pero no se ha roto mucho los sesos a la hora de esbozarlo. Si bajamos la mirada, nos damos cuenta de que preferimos que no arriesgue en los diseños y siga optando por los patrones de ayer hoy y siempre porque ¿qué clase de prenda es exactamente lo que lleva? Falda a priori –de las Azúcar Moreno-, pero ampliamos y ¡no!, hay pantalón detrás… sí, sí, detrás, ni si quiera debajo. Sospechamos que con el trajín que los niños suponen se le ha olvidado quitarse el delantal… aunque por otra parte, dudamos que cocine ella.
Paula Echevarría
A pesar de los rumores de crisis que la rodean, Paula está espléndida. El vestido de encaje negro con volantes estilo traje femenino típico de ranchera y los tacones stiletto le aportan la pizca justa de elegancia. El recogido ayuda a resaltar las formas del traje y a evitar el exceso. El punto de color lo aporta el rojo que ha escogido para labios, uñas y el gracioso bolso en forma de pequeño maletín. Paula, ¡canta y no llores!
