Damas y caballeros. Ladies and gentelmen.
Tengo el honor de presentarles el producto que va a revolucionar sus cabellos. El tratamiento que va a dar volumen, brillo y cuerpo a sus melenas. El spray sin el que no podrá vivir a partir de ahora. La solución definitiva para levantarse de la cama como si acabáramos de bajarnos de una tabla de surf y estuviéramos anunciando un maravilloso champú capilar.
El último producto de culto entre celebrities, estilistas y blogueras. El milagro efforless –es que si dices “sin esfuerzo” queda como de pobre fashionista inculta- para conseguir el look de moda. No hay stylish designer que no te rocíe una buena ración de este espray texturizador antes de peinarte, como su tu cabeza fuera una ensalada necesitada de una buena ración de aceite.
El producto milagroso es: agua del mar.
Tal cual.
Eso sí, agua del mar a 29 euros la botellita de 150 mililitros (aunque hemos encontrado alguno más barato). Porque para que un producto sea fashion, trendy y stylish no puede ser barato. Aunque sea agua del mar mezclada con dos cositas químicas. Promete un espectacular efecto playa en tu cabello. Como cuando te bañas en la Manga del Mar Menor, vamos.
So excited to introduce a behind the scene picture of my next campaign for @chanelofficial. #chaneln5 #theonethatiwant Muito feliz em mostrar a primeira foto dos bastidores da minha próxima campanha para @Chanelofficial.Una foto publicada por Gisele Bündchen (@gisele) el7 de Oct de 2014 a la(s) 11:44 PDT
Pero hecha la ley, hecha la trampa. Un ejército de irreductibles consumidoras de chuches beauty ha inundado la red con trucos para elaborar el mismo producto por quinientas veces menos lo que cuesta en las tiendas.
Apuntad:
1.- Un bote de pulverizador vacío. De esos que todos tenemos en casa. Cuidado en no usar el del limpiacristales o la lejía. Los resultados pueden ser catastróficos.
2.- 100 mililitros de agua hirviendo. Eso sabéis hacerlo, ¿no?
3.- Media cucharadita de café de suavizante para el pelo. Preferiblemente utilizad uno que tenga buen olor, no el rancio de la abuela.
4.- Una cucharada sopera de sal marina. Como la que le pones a la ensalada. Fíjate, eso sí, que sea marina, las otras tienen minerales que estropearían el pelo.
5.- Una cucharadita de vodka –sin bebérselo antes, ¿vale? – y otra de jugo de limón.
6.- Una cucharadita de gel para el pelo –cualquier producto de esos tipo gomina o cera-.
7.- Una cucharadita de aceite de coco y otra cucharadita de aceite de argán –esto ya es para nota, pero están en cualquier herbolario, y duran una eternidad-.
Y, hala… mezclad todo en el bote pulverizador, y rociaros el pelo húmedo. Pareceréis sirenas –o sirenos- recién salidos del mar.
Y si no os gusta, al menos no os habréis gastado un dineral por nada.