El joven piragüista de San Sebastián se ha alzado con una nueva victoria para España en los Juegos Olímpicos de París: la medalla de bronce en piragüismo eslalon K1, que, de no ser por dos segundos de penalización, habría acabado en lo más alto del podio. Prometió ir «a por todas» y así lo hizo, con un tiempo de 88’87 y demostrando ser la gran sorpresa de las Olimpiadas.
Asegura haber cumplido un sueño «que tenía desde pequeño», desde que empezó a entrenar con tan solo seis años gracias a la pasión compartida con su padre, Xabier Echaniz que compitió en Barcelona 92 y Atlanta 96 y ha ejercido de seleccionador para la Selección Española de eslalon. De su madre, Laura Pal, ha heredado su otra gran pasión, el diseño.
Más allá de la piragua
Su padre dice de él que «es un espíritu artístico y un alma de tiburón en canal«. El año pasado terminó un grado de Patronaje en la Escuela Superior de Moda, Tecnología y Comunicación (AEG) de San Sebastián y ya se ha convertido en un importante influencer en el mundo de la moda, en el que ha entrado también por la puerta grande, pues ya cuenta con una marca propia: Ranger Universal.
Su estilo podría definirse como futurista, original y muy atrevido, cercano a su diseñador favorito, Cristóbal Balenciaga. En este ámbito de su vida también ha logrado cumplir algunos sueños, como exponer algunas de sus prendas en colaboración con el Museo Cristóbal Balenciaga de Getaria. A través de Instagram muestra el proceso de creación de prendas como corsés, pantalones patchwork o vestidos con volúmenes imposibles.
En la villa olímpica ha encontrado tiempo para sacar su máquina de coser y destensar los nervios antes del campeonato. Su curiosa historia de superación y ganas por lograr sus sueños se verán plasmadas en un documental sobre su trayectoria bajo el título Cosiendo la vida: «Un documental que os traerá un capítulo más de mi vida», contó. «No solo voy a competir, voy a vivirlo a mi manera, voy a coser el patrón más grande y complicado de mi vida».