Hay una corriente, más bien tendencia en moda masculina, que crece cada vez más en las redes sociales y que ha sido la precursora de una duda que “atormenta” a todos los expertos del sector: por qué los hombres de ahora quieren vestir como Ralph Lauren en 2005.
El diseñador estadounidense, todo un icono de moda masculina, salía a saludar a los invitados a su desfile tras la muestra de una de sus colecciones con una peculiar combinación de prendas que distaban mucho de su estilo algo más sofisticado. Estas piezas que lució en ese look son todas hoy tendencia. No solo eso, sino que los hay que que se han inspirado en esta aparición de Ralph para crear sus looks diarios.
El look en cuestión se caracterizaba por el doble denim. Aunque de una manera bastante inusual, pues sorprendía con unos jeans de hombre muy, muy anchos con el bajo deshilachado. Arriba se decantaba por una camisa de estilo vaquera, pero abierta y dejando al descubierto una camiseta básica de raya marineras en azul. Y, como detalle todavía más llamativo, unas zapatillas de deporte que parecen las Salomon, un modelo que se puso muy de moda recientemente y que los expertos combinaban de manera sorprendente.
A día de hoy, son muchos los que optan por unos pantalones tejanos (súper) anchos, basta ver el street style de las ciudades con más estilo del mundo. También por camisas abierta sobre la que asoma una pieza básica de algodón.
Incluso los que arriesgan a crear combinaciones tan llamativas como las que Ralph Lauren lucía en el año 2005, pues el diseñador estadounidense también combinaba pantalones vaqueros con camisas tipo sastre y corbatas. Sin olvidar que las deportivas se han convertido en el calzado preferido de la mayoría de hombres, incluso para ir a la oficina.
Lo cierto es que teníamos claro que en la moda todo vuelve y que “nunca digas nunca”, pero parece que el sector no se esperaba tomar como icono de estilo para 2024 los looks que Ralph Lauren ya llevó durante principios de los 2000. Unos años en los que el diseñador no temía a nada. Y es que el mundo de la moda, y sus reglas, están para romperse.
