Hay ocasiones en las que disfrutar de un buen Habano se convierte en algo más especial, como por ejemplo durante las celebraciones que acompañan la Navidad. Momentos diferentes en los que compartir aficiones, brindar en compañía y saborear pequeños placeres. Un Habano, por ejemplo. Por eso, regalar Habanos se revela así como una excelente idea para cualquier aficionado al mejor tabaco del mundo. Los que aquí presentamos son tres tipos de Habanos, de diferente fortaleza y cepo, también de tiempo de fumada, y que se adaptan, por tanto, a situaciones muy diversas. Su presentación, en un cuidado estuche de madera, en un exclusivo humidor o en una evocadora petaca de estilo vintage, los convierte en un estupendo regalo para quienes disfrutan no solo de su exquisito y único sabor, sino también de todo el universo del Habano.
Estuche Romeo y Julieta Wide Churchills
Una edición especial exclusiva para el mercado español. Se trata de un estuche hecho en madera de cedro que contiene cinco Romeo y Julieta Wide Churchills (130 mm y cepo 55), uno de los Habanos más valorados entre los fumadores que aprecian los cigarros con gran aroma y de calibre grueso. Con una fortaleza media, destaca por su intenso aroma y sabor amaderado, con ligeras puntas especiadas y un fondo dulzón, que deja recuerdos a vainilla, nuez moscada y miel. El estuche cuenta con un humidificador en su interior que mantiene los Habanos en perfecto estado (120 euros el estuche).
Humidor Hoyo de Monterrey Petit Robustos
Se trata de un humidor acabado en madera de cedro que contiene 25 Hoyo de Monterrey Petit Robustos (102 mm de longitud y cepo 50), un cigarro que se caracteriza por su fortaleza suave, su aroma amaderado y su dulzor con toques melosos. Destaca por su atractivo sistema de apertura frontal y su imagen inspirada en el logo de la marca (292,50 euros el humidor).
Partagás Capitols
Perteneciente a la línea Retro de Habanos, destaca por su presentación en petaca metálica de cinco cigarros de vitola Marevas (129 mm y cepo 42). Su cuidado diseño está inspirado en los envases de bolsillo que se hicieron muy populares en los años 70 y que hoy en día son muy apreciados por los coleccionistas (45 euros la petaca).