El viaje por Japón con el que Fay Archive prueba sus icónicas chaquetas para el invierno
A través del proyecto 'Testers', el equipo de Fay Archive ha volado hasta Japón para descubrir las vidas e historias de trabajadores y aventureros que prueban las icónicas chaquetas de la firma.
Hace ya más de cuatro años que la firma Fay inició un proyecto bautizado como Archive que trata de poner en valor la herencia 'workwear' de sus prendas. Con él celebra todas esas prendas que parten de la tradicional ropa de trabajo, la cual forma parte indiscutible del ADN de la marca.
En concreto, se centra en esa chaqueta fácilmente reconocible por sus característicos cuatro ganchos de metal, la cual puede adaptarse a situaciones extremas tal y como demuestra en la campaña que ha llamado Testers con la que el sello italiano ha viajado alrededor del mundo en busca de hombres locales que ejerzan de probadores de este ya emblemático abrigo para conocer un poco más sobre diferentes labores.
El periplo ha pasado por Rusia, por la isla de Gotland en el mar Báltico, por Islandia y por Lanzarote, además de por Chile, Alaska, el Himalaya y el noreste de Canadá; y su último destino ha sido Japón, donde se han detenido al norte, en Hokkaido, la zona más septentrional que domina el mar que la separa de Siberia y es conocida por sus volcanes, sus aguas termales naturales llamadas Onsen y por la pesca de cangrejos y erizos de mar.
Este área fue explorada el pasado mes de marzo en un viaje por carretera de 15 días por el periodista Michele Lupi, el fotógrafo James Mollison y el cineasta Marco Mucig y de ahí han salido, además de las fotos y los vídeos oficiales, un documental de 30 minutos que cuenta el desarrollo de esta aventura al tiempo que revela todo lo que se esconde tras la búsqueda diaria de Testers.
La primera de las cuatro paradas de este viaje por Japón se hizo en la zona salvaje de Sounkyo Oobako, donde las rocas son muy peculiares con respecto a los paisajes europeos puesto que son lisas y verticales, como si hubieran sido cortadas en rodajas.
Aquí estuvieron con el experto en escalada en cascadas de hielo, Shinsuke Nishida. "Me encantan estos lugares, el hielo es puro y hay poca gente. Aquí puedo practicar diferentes estilos de escalada. Por supuesto, es una actividad peligrosa: siempre existe el riesgo de ser golpeado por fragmentos de hielo que caen, pero afortunadamente, en Hokkaido, las temperaturas son constantemente bajas, por lo que la calidad del hielo es buena. Desafortunadamente, este no es el caso a nivel mundial: debido al calentamiento global, el hielo tiende a derretirse fácilmente. Sin embargo, mi objetivo no es conquistar la naturaleza, sino confirmar que es un elemento fundamental de nuestra existencia. Y hay una cosa que debemos recordar: la naturaleza no puede ser derrotada", comentó el escalador en esta expedición para la que lució la colorida chaqueta 4 Ganci Navajo.
En la costa, frente al mar en el norte de Hokkaido, se encuentra el Tester de la chaqueta Shearling, Yutaka Takada. Este hombre de 73 años que ahora repara redes tras pasar toda su vida en el mar en barcos de pesca se encuentra con el equipo de Fay en un antiguo cobertizo de madera, estrecho y largo, donde se pueden tender las redes de pesca que hay que reparar.
"Lo difícil de mi trabajo es que requiere una gran destreza, pero sobre todo, una gran experiencia", cuenta Takada, quien hace unos cuarenta años, mientras participaba en una expedición de pesca en el estrecho ruso, un sistema de baja presión provocó una tormenta devastadora que hizo que muchos barcos pesqueros que rodeaban el barco se hundieran, pero él fue rescatado milagrosamente y sobrevivió.
Wataru Aihara, capitán de un barco pesquero rompehielos que navega a diario entre los gigantescos icebergs que pueblan el mar del norte de Japón, es quien prueba la chaqueta de pana azul en el tercer punto del recorrido situado en el puerto del pueblo costero de Abashiri. "Normalmente, cuando nos adentramos en mar abierto, siempre está muy oscuro, lo que es un problema sobre todo por los icebergs: una vez recuerdo que avanzábamos lentamente y chocamos contra un enorme bloque de hielo, y el impacto casi nos hace volcar. Son cosas que no se pueden planificar, pero afortunadamente tuvimos suerte", explica el tester.
En las montañas de Noboribetsu, famosas por estar en una zona rica en aguas que alimentan los Onsen, se establece la cuarta y última parada. Prácticamente todos los hoteles del norte de Japón tienen sus propias fuentes termales que se utilizan tanto con fines higiénicos como para el simple disfrute.
En uno de estos lugares populares de Japón trabaja como director Oomia Kazuya. Él es quien se encarga de controlar la temperatura del agua y la presión del chorro que abastece a los Onsen de la zona y quien ha sido elegido por Fay Archive para testear su chaqueta de pana verde y hablar sobre su labor: "Me gusta mucho porque es un trabajo que involucra a la naturaleza: las aguas termales cambian cada día, desde el color del agua hasta la temperatura. Japón es un país con una gran actividad sísmica y estas aguas termales de Noboribetsu se encuentran sobre los restos de una erupción volcánica: el volcán que hay debajo sigue activo, vivo, y disfrutamos de sus beneficios en forma de aguas termales. Además, estas aguas son verdaderamente curativas; he oído hablar de personas que se han curado de enfermedades consideradas incurables. Es una especie de regalo divino".