Diseños eternos: elegancia y atemporalidad con maletas Tumi

Víctor Sanz, director creativo de Tumi, posa para Gentleman en Galerías Canalejas, donde la firma ha abierto una nueva boutique en Madrid.

Víctor Sanz, director creativo de Tumi, posa para Gentleman en Galerías Canalejas, donde la firma ha abierto una nueva boutique en Madrid.

“Cuando tú ves una maleta Tumi de hace 20 años, reconoces sin dudar su origen; no es un producto que cambia radicalmente y eso es lo más difícil para un diseñador”. Esta frase de Víctor Sanz, director creativo de la firma, es una de las que mejor define la realidad de Tumi, una marca que el próximo año celebrará su medio siglo de vida y que ha evolucionado dentro de su oferta centrada inicialmente en el mundo del viaje y que hoy alcanza otras actividades, incluidas las deportivas como el tenis o el golf. Y Sanz, hijo de españoles pero con un inconfundible acento neoyorquino, donde Tumi tiene su centro de diseño, es también muy claro cuando se le pregunta por las cualidades que definen a esta firma: “Creamos productos fuertes, duraderos, en los que además el diseño no obedece a modas, no es cambiante. Ahora que todo el mundo habla de reciclaje, de sostenibilidad, en Tumi seguimos diciendo que nuestros productos son generacionales; cuando ya no lo uso, se lo paso a mi hijo”.

Pero hay que interpretar correctamente el concepto de durabilidad. No estamos ante una propuesta ruda, sino de un producto elegante. “Es potente, pero al mismo tiempo es refinado. Cuando lo miras, tiene una imagen muy definida, marcada por la elegancia y la atemporalidad. Tenemos claro que quienes compran Tumi quieren disfrutar del viaje y nosotros se lo facilitamos con productos que son longevos y al mismo tiempo funcionales”. Y Víctor Sanz añade una anécdota: “En uno de mis viajes, vi a un señor que llevaba la primera maleta que diseñé hace 20 años y, obviamente, me hizo ilusión. Pero además le pregunté a quien la llevaba por qué seguía con aquel modelo y su respuesta fue que nunca había tenido necesidad de cambiarla”.

Fotografía:Jacobo Medrano
«Nuestros productos son generacionales; cuando ya no lo uso, se lo paso a mi hijo».

Esa es otra de las realidades Tumi, los productos se construyen, se diseñan pensando en quién los va a tener y cómo los va a utilizar, y por eso en su repertorio creativo aparecen metales antibalas o el reconocible aluminio de muchas de sus maletas, “porque no se deja ningún detalle a la improvisación”. Hay otro elemento necesario para entender el éxito de Tumi, y son sus colaboraciones con marcas de gran nivel en sus territorios de actuación. Para el director creativo de la firma nacida en 1975, fundada por Charlie Clifford, “cuando otros piensan en el universo viaje y además comparten valores, entienden que Tumi es una firma que no defrauda. Ponemos pasión en los productos que hacemos. Por ejemplo, en nuestra asociación con McLaren la primera conversación giró alrededor de la experiencia del consumidor, la tecnología y el rendimiento… justamente lo que también marca el principio creativo de Tumi. Con todas la empresas con las que colaboramos compartimos valores, y por supuesto hay que ser fiel con una filosofía vital”.

Para Sanz ha sido cumplir un sueño la colaboración con la firma automovilística británica porque “son dos mundos diferentes pero con un mismo idioma creativo”. Aunque la que más satisfacción le aporta es la que Tumi tiene desde hace años con una organización benéfica en cuyo hospital se atiende a niños con problemas médicos y para los que hacen una maleta que entregan a sus familiares: “Son piezas que no se venden y que solo pueden tener los familiares de esos niños”.

Fotografía:Jacobo Medrano
Una de las singularidades en el diseño de Tumi está en los materiales empleados, empezando por su ya tradicional aluminio.

En Tumi, por otro lado, el cliente es lo primero, es el que define cada uno de los nuevos diseños, porque son ellos los que nos piden las cosas. Es así como han ido llegando nuevas líneas de trabajo a la oferta de Tumi. “La gente quiere más de la marca. Antes solo eran mochilas o maletas; ahora quieren que creemos un mundo Tumi, incluidos elementos para la práctica del tenis o del golf. No es hacer una bolsa, sino idear una colección, y por ejemplo en el golf hemos conectado con el PGA, la más poderosa organización de golf profesional, para trabajar con ellos”.

De lo que no hay duda es de que Tumi tiene cada vez un perfil más lifestyle y un estilo que encaja en cualquier mercado, con la incorporación paulatina de la mujer como compradora. “Es cierto que cuando yo empecé en 2003, era mayoritariamente masculina, pero cada vez vienen más mujeres a Tumi y por las mismas razones que los hombres. Hacemos más colecciones para ellas, pero con la misma idea: crear un diseño para siempre”.

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