Un día antes del desfile por el cumpleaños del rey Carlos III de Inglaterra, el Trooping the Colour, la princesa de Gales Kate Middleton anunció a través de redes sociales con una foto en solitario su regreso a la esfera pública tras anunciar que padece cáncer.
Ha estado retirada medio año, pero su optimismo no se derrumba, pese a asegurar que tiene días buenos y malos: «Espero unirme a algunos compromisos públicos durante el verano, pero también sé que todavía no estoy fuera de peligro».
Aunque no pudo acudir al ensayo, Colonel’s Review, ha asegurado que tiene «muchas ganas de asistir al Desfile del Cumpleaños del Rey este fin de semana». Tal y como estaba previsto, la princesa ha llegado junto a sus hijos en carruaje y su marido, el príncipe Guillermo, a caballo.
La aparición de Carlos III
Como dicta la tradición, el rey ha llegado con su esposa Camila, la reina consorte, en otro carruaje cerrado. Padre e hijo han aparecido con el uniforme militar clásico, mientras que sus mujeres lo han hecho con traje blanco con detalles en negro.
El desfile en honor al aniversario del monarca británico permitirá por primera vez a los soldados llevar barba. Además, este año se desarrolla con dos miembros de la familia real afectados por el cáncer.
Carlos III anunció su diagnóstico en febrero de este mismo año, tras un tratamiento por un agrandamiento benigno de la próstata. A partir de entonces, se vio obligado a aplazar sus compromisos públicos y delegar en otros miembros de la realeza británica.
Salud en las caras de Carlos y Kate
Después de recibir a todos los invitados en el Palacio de Buckingham, da comienzo a la celebración del cumpleaños, que finalizará sobre las 12:25 horas. Después, sobre las dos de la tarde tendrá lugar la reunión en el balcón para ver el vuelo de la Royal Air Force.
Las primeras imágenes han centrado el protagonismo en Kate Middleton, que ha aparecido con un aspecto saludable y feliz. Del mismo modo que lo ha hecho su suegro, sobre el que recaía alguna que otra preocupación por su estado de salud, pero cuya apariencia, así como la de la princesa de Gales, tranquiliza a la población.