Las mil voces de India: una selección de sus más brillantes escritores

Las mil voces de India: una selección de sus más brillantes escritores

Para los lectores de mi generación, India es aquel lugar mítico en el que transcurrían las narraciones de Rudyard Kipling, y para saber cosas de ese enorme subcontinente asiático aquel viejo inglés conservador y tan a menudo reaccionario sigue siendo una de las mejores opciones. Lo es en ‘Kim’ y en ‘El libro de la […]

Para los lectores de mi generación, India es aquel lugar mítico en el que transcurrían las narraciones de Rudyard Kipling, y para saber cosas de ese enorme subcontinente asiático aquel viejo inglés conservador y tan a menudo reaccionario sigue siendo una de las mejores opciones. Lo es en 'Kim' y en 'El libro de la selva', y sobre todo en las docenas de historias agrupadas en impagables colecciones de relatos. Quien viaje a India y quiera aprovechar de verdad su estancia, no debería despreciar a Kipling ni a E. M. Forster (Pasaje a la India), otro británico fascinado por aquel país de países. A día de hoy, por fortuna, el abanico se ha ampliado hasta adquirir dimensiones de fenómeno literario, pues no otra cosa hay que decir de la eclosión de grandísimas novelas escritas, también en inglés por hindúes de nacimiento u origen. La novela angloindia ha conquistado el mundo porque ha producido numerosas obras maestras que han sabido encontrar lectores en todas partes. Combinando lo aprendido con el realismo mágico, y agarrándolo muy fuerte a la tradición británica, el resultado suele estar lleno de frescura y personalidad. La cumbre de esa novela sigue siendo, pasados los años, una de las primeras obras de Salman Rushdie, Hijos de la medianoche, galardonada con el primer 'Man Booker Prize' y luego con el premio especial como 'Mejor Man Booker Prize del siglo XX'. Es la historia de un chico nacido cuando India cree haber logrado el paraíso con la victoria contra el Imperio, y todo lo que realmente ocurrió tras aquel día de júbilo. Una obra en la que Rushdie, nacido en India pero residente en Inglaterra desde la universidad, reconstruye su país en forma de mosaico abigarrado poblado por mil voces, en una metáfora magnífica de la sociedad tal vez más poliforme que existe sobre la tierra. Tras Rushdie hay que destacar a Arundhati Roy, una mujer nacida en 1961, que estudió ingeniería y que sólo ha escrito una novela, El dios de las pequeñas cosas, que también obtuvo el 'Booker'. Sus demás escritos son políticos, de un fuerte compromiso con la lucha, contra la opresión del imperialismo y contra las desigualdades sociales y de castas tan específicas de la India. La novela narra, desde el punto de vista de unos hermanos gemelos nacidos en tiempos actuales, la historia de tres generaciones de una familia del sur de la India, y en ella se mezclan las tensiones políticas, los deseos prohibidos, los conflictos personales… Una antecesora de Roy es Anita Desai, que abrió el camino de la novela psicológica centrada en el destino de la mujer en un mundo machista, que luego ha continuado otra escritora del sur, a su manera también intimista: Anita Nair, cuya novela El vagón de las mujeres cuenta las historias que diferentes mujeres se narran mutuamente para entretenerse durante un largo viaje de tren en la época en que en los ferrocarriles indios había vagones exclusivos para mujeres. Y son muchas más las buenas novelistas indias, incluso algunas de la diáspora, como Jhumpa Lahiri, segunda generación de emigrantes a Estados Unidos y galardonada con el Pulitzer. Su mundo es el de la permanencia de los vínculos con India, la nostalgia, la llegada de viajeros, novios… A gran distancia de todos los anteriores se encuentra el camino transitado por Hari Kunzru, un novelista situado en la más rabiante modernidad del siglo XXI. El transformista es un brillante ejercicio de análisis de personalidad en el que un joven indio, repudiado por su familia al averiguar que es en realidad hijo de un británico, se pasa la vida reinventándose, exactamente como la propia India, que de hecho no ha dejado de hacerlo en los últimos cincuenta años de su historia. Igualmente moderno es otro brillante escritor de la generación más joven, cuya obra ha significado, una vez más, un Booker para un autor indio. Me refiero a 'El tigre blanco', de Aravind Adiga, que trata de la ruptura entre la India moderna y urbana y la pobre y rural. Una novela divertida e ingeniosa que se lee de una sentada.

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