Como cada año, con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, los Reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, han presidido el desfile, esta vez en Oviedo, ciudad natal de la reina. Desde las doce de la mañana se han colocado en la tribuna real, en la intersección con la Avenida de Galicia junto a Villa Magdalena, para observar a los militares de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil.
Este es un día de encuentro entre españoles, tanto civiles como militares, para dar a conocer aún más el trabajo de las Fuerzas Armadas, acorde con lo establecido en la Constitución Española y con el espíritu de las Reales Ordenanzas. Pese a las lluvias previstas, los monarcas han disfrutado de una mañana agradable en una calle repleta de personas.
El Rey pasó revista aeronaval el pasado viernes y presidió una exposición dinámica en la playa de San Lorenzo de Gijón y el posterior desfile aéreo. Don Felipe ha aparecido con el uniforme de diario para actos de especial relevancia de capitán general del Ejército del Aire, el mismo que utilizó para el Día de la Hispanidad; mientras que Doña Letizia llevaba un traje rojo con pantalones oversize y zapatillas deportivas.
Un desfile sin incidentes
Antes de dar comienzo al desfile, se ha escuchado el himno nacional, pasado revista, izado la bandera y realizado un homenaje a los caídos. El desfile lo ha abierto y cerrado la Patrulla Águila, ya que no hay desfile aéreo. Son miles los participantes del acto, que recorre un kilómetro de la capital asturiana: 3.250 militares en el de las Fuerzas Armadas, 3.145 en el terrestre y 105 a caballo. Todos unidos para reconocer la labor de los militares que actúan lejos de la patria.
En la tribuna, los Reyes han estado acompañados de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y las autoridades civiles y militares. Ha habido, además, 150 vehículos entre carros de combate Leopardo, obuses remolcados o vehículos de combate de infantería Pizarro, y 70 aeronaves. La gran ausencia ha sido la de la princesa Leonor, que se encuentra en ‘La General’ de la que se despedirá en julio tras once meses de aprendizaje.
Del mismo modo que la de su hermana la infanta Sofía, que está cursando sus estudios de bachillerato en el internado UWC Atlantic College de Gales. La jornada se ha dado por concluida con el tradicional arriado de la bandera, en una mañana que ha concurrido sin incidentes, bajo un cielo despejado y temperaturas que han alcanzado los 19 grados. Aunque eso sí, los Reyes han echado en falta a sus hijas.