Mads Mikkelsen, embajador de ZEGNA.

Mads Mikkelsen, el actor que baila entre el cine, la moda y la autenticidad

Trabaja entre Hollywood y Europa, mientras sigue fiel a su oficio, buscando buenas historias. Y ese compromiso es el que ha llevado al actor danés Mads Mikkelsen a entrar en la familia Zegna.

Mads Mikkelsen (Dinamarca, 1965) lleva varias vidas artísticas ya en sus espaldas. La de actor, gran nombre del cine danés y europeo y estrella del cine internacional, es la más conocida, pero antes de que la interpretación y las cámaras se cruzaran en su camino fue bailarín. Y no le fue nada mal. El control de su cuerpo y la disciplina que exigía el baile, como les pasa a tantos otros con ese pasado, le fueron y son muy útiles en su salto al cine, el medio en el que ha encontrado una visibilidad mundial.

Con El rey Arturo (2004) se estrenó en las grandes producciones y con Casino Royale (2006) confirmó el atractivo que su talento, físico y acento tenía para Hollywood como… villano. Indiana Jones y el dial del destino (2023) fue la última de esas cintas de gran presupuesto y taquilla en las que el actor danés se desprendió de prejuicios y se lo pasó muy bien interpretando al malo. No le importa. Él sigue con los pies en su Dinamarca natal, donde vive y trabaja, donde está su familia y desde donde sigue abriendo caminos.

Un papel que quizá nunca esperaba tener es como embajador de una firma de moda. Y, sin embargo, Zegna y su director artístico, Alessandro Sartori, llamaron a su puerta y hace dos años que el actor forma parte de esta familia para la que historia, legado e impacto positivo en el entorno son parte de su ADN. Mikkelsen se siente en casa con ellos. Y literalmente desde su casa nos habla del impacto que ha tenido para él esta última vida artística con la que también hay muchas historias que contar.

Mads Mikkelsen, embajador de ZEGNA.
Mads Mikkelsen muestra la elegancia atemporal de la colección Oasi Lino. En la imagen, con chaqueta, pantalones y camisa en Oasi Lino; y zapatos Mocassin.

El año pasado cerró el desfile primavera-verano 2025 de Zegna. ¿Cómo fue? ¿Lo sintió como algo muy nuevo?

No era algo tan nuevo. De joven, cuando empezaba como bailarín, participé en desfiles para algunas marcas, aunque aquellos eran shows que requerían más danza. No era un mundo totalmente desconocido para mí, pero las cosas y los tiempos han cambiado mucho y ahora sí que me exigió algo más de estilo. Fue una experiencia muy divertida, me divirtió regresar a los ochenta. Amo la marca, amo a Alessandro [Sartori] y adoro a toda la familia. De hecho, todo surgió la noche anterior al desfile. En una cena, Alessandro me dijo que si me podía apetecer subirme a la pasarela… La conexión fue inmediata, así que dije sí y lo disfruté mucho. Fue muy divertido formar parte de algo tan grande, porque hay tantos modelos y todo está tan planeado y preparado, todo el mundo está muy concentrado.

¿Le invadió un poco de síndrome del impostor?

Sí, mucho, porque no es lo mío y hay mucha gente ahí que es muy buena haciendo su trabajo, pero en realidad yo estaba ahí para ser yo mismo. Creo que encontramos un buen equilibrio.

Mads Mikkelsen, embajador de ZEGNA.
Mads Mikkelsen viste chaqueta, pantalones y camisa en Oasi Lino, todo de ZEGNA.

Y este año le tomó el relevo otro actor famoso, John Turturro. Él ha contado que se sintió muy tranquilo viéndole a usted en primera fila y haciéndole señas de aprobación. ¿Le dio algún consejo?

La verdad que ni siquiera sabía que iba a salir en el desfile. Lo había visto esa mañana y no me dijo nada. Pero luego me di cuenta de que se suponía que se tenía que sentar a mi lado y no estaba, aunque pensé que se habría puesto enfermo… Y de repente lo vi aparecer… Fue una agradable sorpresa. Siempre he sido un grandísimo admirador de John Turturro, fue un placer conocerle en persona y verle disfrutar en el desfile. ¡Lo hizo muy bien!

En esta colaboración, con usted como embajador de Zegna, se habla mucho de familia y legado, del impacto duradero y positivo de lo que dejamos atrás. ¿Esto es algo relevante para usted personal y profesionalmente hablando?

Para mí es algo muy importante, creo que forma parte de la naturaleza humana. Si no pensáramos en herencia, en legado, creo que seríamos los únicos mamíferos en no hacerlo, ¿no? Creo que es algo que forma parte de nosotros y que lo interesante es pensar en cómo hacerlo de una manera bonita. Cuando no fuerzas tu presencia en un lugar en el mundo, sino que creas algo que puede generar cientos de trabajos, por ejemplo, puedes sentirte orgulloso.

No se define como una persona interesada por la moda, pero por su trabajo, expuesto al público, supone una parte importante de lo que hace. ¿Trabajar con Zegna ha impactado en su estilo?

Me pillas en mitad de la reforma de una casita de verano, lo estoy haciendo yo mismo, así que estoy de manitas vestido con ropa de trabajo [risas]. Pero lo interesante de mi oficio es que, aunque no te interese mucho la moda, como es mi caso, se convierte en parte de él, porque cada personaje tiene su propio estilo, y cómo va vestido dice mucho. Es algo sobre lo que soy siempre muy puntilloso, pero en el set, no en mi vida privada. Voy a estrenos, festivales, alguien te ayuda a vestirte bien y es divertido y agradable, pero no le doy mucha importancia. Bueno, quizá algo más en los últimos tiempos. Hasta ahora no me había pasado, pero viendo los desfiles de Zegna, empecé a pensar que esa prenda o esa otra podría ponérmela. Y después, cuando me las he puesto, es lo más cómodo que he usado nunca. Así que ahora estoy encantado y por eso estoy aquí, no solo porque me guste la prenda estéticamente, sino porque me gusta también de una forma práctica.

Mads Mikkelsen, embajador de ZEGNA.
Chaqueta Il Conte en Oasi Lino; camisa y pantalones en Oasi Lino; y zapatos Mocassin, todo de la colección primavera-verano 2025 de ZEGNA.

Es una estrella internacional, ha trabajado en Hollywood y en muchos países, pero sigue viviendo en Copenhague, muy ligado al cine de su país. ¿Cómo equilibra su oficio con ese estatus de estrella internacional y las obligaciones más allá del set de rodaje que conlleva?

Todo forma parte de mi trabajo. Obviamente, lo primero para mí es meterme en la mente de un personaje y darle vida en la gran pantalla junto a mis compañeros actores y los directores; y cosas como esta colaboración con Zegna solo ocurren si trabajas internacionalmente, nunca pasarían si trabajara solo en Dinamarca. Pero todo ha ocurrido de una manera natural. Al principio, me preguntaba dónde encajaba yo en todo este engranaje, pero ahora lo veo, aunque no estoy tan seguro de que pueda explicarlo [se ríe]. Soy yo el que aparece en las campañas publicitarias, pero al mismo tiempo no soy yo porque me han vestido como un hombre italiano de los 30. Puedo ser yo, pero también distanciarme de mí mismo, meterme en un personaje, crear un personaje… En realidad, eso es lo que hago casi siempre, crear un personaje, salvo cuando estoy en casa con mi familia.

¿Qué película cree que le llevó hasta este estatus de estrella internacional? ¿Títulos tan grandes como Casino Royale o algo que se hizo grande, pero no lo era como Otra ronda?

La verdad que Otra ronda fue muy grande sin haberlo pensado. Se estrenó en mitad de la pandemia, se podía ver en las plataformas… Creo que no he conocido a nadie en Hollywood que no haya visto la película. Aunque habría preferido que la hubieran visto de otra forma, en cines, sin pandemia, la benefició mucho y la elevó a un lugar al que no hubiera llegado de otra forma. Y antes de eso, Casino Royale y la serie de televisión Hannibal son los dos títulos por los que más gente me conoce.

¿No ha querido mudarse a Hollywood?

Las películas y series que hago en Dinamarca siguen siendo los cimientos de mi carrera. Con la suerte de que muchos de esos títulos han viajado y han llamado la atención más allá de mi país, por Europa o en EE. UU., para que la gente me considerara y me ofreciera proyectos fuera.

Mads Mikkelsen, embajador de ZEGNA.
Overshirt en Oasi Lino de la colección primavera-verano 2025, de ZEGNA.

¿Y Otra ronda, los Oscar, cambiaron la forma en la que la industria americana le ve? ¿Le llegan otro tipo de papeles?

No lo sé. Creo que desde Hollywood aún se mantiene esa idea de que el villano de la película viene de otro país… Os pasa a vosotros, a las estrellas españolas las usan para interpretar a los malos, como me ha pasado a mí. Tiene que ver mucho con los acentos, claro. Pero he hecho y me han ofrecido papeles que eran personas más ordinarias, y creo que Otra ronda sí cambió un poco esa percepción [la de ser el villano] que tenían de mí. Ha habido un cambio, pero por una razón o por otra últimamente no ha encajado.

De hecho, casi todo lo que le tiene pendiente de estreno lo ha rodado en casa.

El año pasado rodé Back to Reality en Dinamarca con Anders Thomas Jensen, en nuestra sexta película juntos. Es un filme loquísimo y muy divertido. Y también está pendiente de estreno Dust Bunny, con Sigourney Weaver y dirigida por Bryan Fulle [guionista de Hannibal]. Sí, son películas pequeñas que hay que cuidar bien y de dos directores muy locos [se ríe].

Tiene cierta tendencia a trabajar con directores que se salen de la norma.

Sí, siempre me ha atraído la gente con ideas y pensamientos extremos, nunca me ha atraído algo muy mainstream. He hecho películas más para todos los públicos, casi todas ellas películas muy grandes y me gusta formar parte de ellas, pero cuando tienes un presupuesto más pequeño, para que te vean y te escuchen, la gente tiene que pensar en historias más radicales y eso me resulta mucho más divertido.

Mads Mikkelsen, embajador de ZEGNA.
Chaqueta, pantalones y camisa en Oasi Lino; y zapatos Mocassin, todo de la colección primavera-verano 2025 de ZEGNA.

Hemos mencionado Casino Royale. Desde la venta de los derechos de James Bond a Amazon, se habla mucho del futuro del personaje y de la franquicia. Como alguien que ha formado parte de ella, ¿por dónde ve ese futuro?

Tengo claro que queremos seguir viendo películas de Bond. El gran obstáculo es que no hay más novelas de Ian Flemming, así que hay que crear nuevo material. Y a lo que hay que prestar mucha atención es al tono, hay que respetar el tono de los libros, de las historias que ya existen, inspirarse en eso y continuar este universo. Sé que los tiempos están cambiando también para Bond, nada tienen que ver las películas de los 60 con las de los 80 o las de los 2000, pero todas comparten el corazón extraído de las novelas. Y eso, para mí, es lo más importante, mucho más que quién va a ser el nuevo Bond. Si quieres hacer algo completamente diferente, hazlo, pero no lo llames James Bond.

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