Cuando el artista americano tenía que viajar a algún punto del mundo para demostrar que efectivamente era el rey del rock, utilizaba uno de los jets privados que formaban parte de su flota personal de tres aviones de máximo lujo. Uno de ellos, el Lockheed 1329 JetStar de 1962, salió a subasta hace unos años y el mejor postor se lo llevó por 260.000 dólares ante una escasa oposición.
El afortunado, Jimmy Webb, se llevó un avión casi completamente abandonado y, aunque su primera idea era restaurarlo como lo que era, al ver que el presupuesto era de unos seis millones de dólares la desechó. Webb, experto en aviación y en restaurar aviones y helicópteros, decidió darle una segunda vida como algo muy diferente: una autocaravana.
El presupuesto inicial estaba estimado en unos 330.000 dólares, pero ha podido financiar parte de la conversión al vender algunas de las piezas originales que a él no le servían. Sus seguidores en redes sociales han sido testigos del proceso, que saldrá a la luz en la EAA AirVenture Oshkosh 2024, una muestra para amantes de la aviación que se celebra en Wisconsin entre el 22 y el 28 de julio.
Los detalles que se conocen
Pese a que todavía no se conozca su interior, se saben algunos detalles como que mandó retirar las alas y la cola, que restauró el fuselaje inspirándose en la estética original del avión y que ha mantenido el interior casi intacto con unos pocos retoques, ya que mantenía ocho asientos para pasajeros y tres para tripulantes revestidos en terciopelo rojo y con molduras doradas.
Además, se conserva la pequeña cocina, así como el minibar y el aseo y un equipo audiovisual de lo más glamuroso para la época, con televisor y altavoces que se repartían por todo el espacio. El Rey del Rock probablemente estaría orgulloso de esta restauración en la que se ha respetado todo, añadiendo un revestimiento de madera y los relojes típicos de un automóvil a modo de cuentakilómetros y cuentarrevoluciones.
Para hacer que pudiera circular como automóvil, el cuerpo del avión se asienta sobre un chasis de autocaravana de doble eje cubierto por un metal cromado que da la sensación de que no toca el asfalto. Webb afirma que es la «mejor decisión financiera» que jamás ha tomado. Asegura también que ya tiene la autorización para circular por carretera -en un vídeo mostró cómo se completaba la inspección-, pero todavía no tiene claro si la expondrá, la utilizará o la revenderá.