
Bodegas Emilio Moro transforma su legado con un giro estratégico que marca su futuro
En 2022 Bodegas Emilio Moro inició un giro estratégico, reforzando su apuesta por la innovación, la sostenibilidad y el enoturismo. El futuro augura un gran crecimiento económico y una fuerte proyección internacional.
Con más de cien años de historia, la emblemática Bodegas Emilio Moro sigue dando pasos hacia un futuro cada vez más exitoso, gracias a la espléndida calidad de sus vinos y a su valentía a la hora de afrontar riesgos. Los datos hablan por sí solos: la compañía cerró 2024 con un crecimiento del 7,86 % respecto al año anterior, manteniendo una tendencia positiva desde hace tres años. Su presencia internacional, con más de 70 países, representa ya el 25 % de las ventas totales, con un incremento del 19 % respecto a 2023.
Gran parte de este éxito se debe a la excelente gestión de Javier Moro y Patricia Sánchez Moro, miembros de la tercera y cuarta generación de la bodega, que asumieron los roles de presidente y directora general en 2022. Desde entonces, se propusieron llevar a cabo una auténtica transformación en la empresa, llevándola a uno de los mejores momentos de su historia.
“Este crecimiento no es fruto del azar, sino de la capacidad de anticiparse y mantenerse fiel a lo que nos hace únicos”, explica Nacho Andrés, director de Desarrollo de Negocio. Con sedes en Ribera del Duero y El Bierzo, Bodegas Emilio Moro ha centrado el desarrollo estratégico de estos últimos años en lanzar nuevas referencias, diversificación de canales y diversas experiencias de valor añadido.
Además del éxito económico, la bodega ha reforzado su modelo de negocio sostenible. En 2024 lograron cero emisiones netas, reducción de residuos y mayor eficiencia energética. Plantaron 2.000 árboles y promovieron botellas más ligeras. También fortalecieron su labor social junto a entidades como Fevadis, Banco de Alimentos o Fundación Caico. “Queremos generar valor social y medioambiental desde el corazón de la bodega”, subraya Vanesa Manrique, directora de RSC.
El enoturismo también ha ganado peso con más de 15.000 visitantes en 2024, un 17 % más que el año anterior. Talleres, eventos exclusivos y recorridos personalizados han posicionado a Emilio Moro como destino clave en Ribera del Duero y El Bierzo.
Uno de los grandes aciertos de Bodegas Emilio Moro ha sido apostar por las colaboraciones con sectores como la moda, la gastronomía o el diseño, abordando una narrativa más emocional de cara a su estrategia de marketing. Además, iniciativas como el club de socios ‘El Lagar de Emilio Moro’ y la plataforma digital ‘A un vino de distancia’ refuerzan el vínculo con sus seguidores.
La remodelación total de la bodega de Ribera del Duero, con una inversión de 40 millones de euros, será mucho más que un centro de elaboración: un espacio sensorial donde vivir el vino desde dentro. El proyecto, con horizonte 2029, simboliza la ambición de un legado que inspire. “Estamos construyendo algo inolvidable. Más que vino, queremos ofrecer una historia que emocione”, afirma Patricia Sánchez Moro. Con todo ello, en un contexto de recuperación del sector, con un aumento del 2,5 % en el consumo de vino en España, Emilio Moro se consolida como referente de evolución responsable.