Chopard vuelve a la ciudad de Brescia, ubicada en la región italiana de Lombardía, para participar por 36 año consecutivo como sponsor principal y cronometrador oficial de la 1000 Miglia, también conocida como ‘La carrera más bonita del mundo’. Esta colaboración es una de las más largas de la historia entre una marca relojera y un evento automovilístico y en la edición de este año el copresidente de la manufacura, Karl Friedrich Scheufele, compitió junto a Jacky Icks en el reconocible Mercedes-Benz 300SL Alas de gaviota. Chopard continuó además con la tradición de presentar nuevos modelos de relojes Mille Miglia, con los cuatro Mille Miglia Classic Chronographs, y el modelo adicional Mille Miglia GTS Chronograph Italian Limited Edition, del que parte de los ingresos serán donados a las víctimas de las recientes inundaciones en la zona de Emilia-Romagna.
Este año el evento presentó una nueva ruta y se corrió durante cinco días en vez de cuatro. Por primera vez la Mille Miglia incluyó una sección desde Parma a Milán y fu el lugar desde el que los 443 participantes volvieron a Brescia el último día. En medio, la Carrera los llevó en dirección de las agujas del reloj, con el primer día finalizando con una parada para hacer noche en la costa de Cervio-Milano Marittima. Temprano el miércoles, el grupo continuó por la pequeña república de San Marino y a 300 metros del nivel del mar para un almuerzo en Macerata, una ciudad conocida por sus palacios y su festival anual de ópera. El día terminó en Roma donde los coches desfilaron en la ciudad, para continuar el jueves conduciendo durante seis horas hasta llegar a Siena.
Después de abordar el paso de Abertone, usado frecuentemente por los conductores de pruebas de Ferrari, los equipos acabaron en Parma para pasar la noche, antes de continuar el viernes con una parada en el aeropuerto militar de Piacenza para conmemorar el centenario de la Aeronáutica Militar Italiana. Después de comer en Alessandria y cinco horas más en la carretera, los competidores hicieron el check-in en el nuevo puesto de control en Milán. Los ganadores de la carrera fueron Andrea Vesco y Fabio Salvinelli en un F8 Spider.
Continuar la tradición
La manufactura presentó cuatro nuevos modelos realizados con el acero exclusivo de Chopard Lucent Steel™ (50 por ciento más resistente que el acero regular e incorporando acero reciclado procedente de las industrias médicas, aeroespacial, automovilística y relojera). Los cronógrafos de 40mm están equipados con la correa de caucho característica de la firma, inspirada en los neumáticos Dunlop de los años 60 o con una correa de cuero de becerro marrón inspirados en los tradicionales guantes de conducir.Aunque lo que hace este año los Mille Miglia Classic Chronographs especiales son sus esferas: cada una de las cuatro variaciones están inspiradas en los matices de la pintura y el conjunto de las piezas del interior de los coches pre 1957 que han participado en las diferentes ediciones de la 1000 Miglia: verde claro, rojo cereza con acabado satinado, negro carrera con acabado bouchonné y una versión en los materiales de Lucent Steel y oro ético. De esta última se han hecho 100 unidades y su caja de 44mm presenta los colores rojo y verde de la bandera italiana. En el bisel verde oliva se encuentra el taquímetro para los cálculos de velocidad y distancia.