El Castell de la Bleda, en manos de la Familia Torres desde 2016, se habri´a erigido sobre un asentamiento i´bero y romano, segu´n confirma la intervencio´n arqueolo´gica que se ha llevado a cabo en este edificio catalogado ‘Bien cultural de intere´s nacional’, en el municipio de Santa Margarida i els Monjos, en el Penede`s. Si hace un an~o se anuncio´ el descubrimiento de la base de la torre de defensa medieval que explicari´a el origen del nombre, ahora nuevos estudios han constatado que las rai´ces del Castell de la Bleda profundizan mucho ma´s en la historia de lo que se habi´an planteado inicialmente los expertos y se remontari´an al peri´odo del ibe´rico pleno, entre los siglos V y III aC.
Segu´n el arqueo´logo Xavier Esteve, de Tri´ade Serveis Culturals, a pesar de encontrarse au´n en fase de estudio, las evidencias del asentamiento ibe´rico consisten en algunos silos que se han encontrado debajo de una de las estancias de la casa. “Una de ellas es como una matryoshka, con hasta tres silos, uno dentro del otro: un silo de e´poca moderna habi´a recortado otro silo excavado en el mismo lugar dos milenios antes, en e´poca ibe´rica, el cual, a su vez, habi´a recortado lateralmente un tercer silo, tambie´n ibe´rico, au´n ma´s antiguo”.
Este descubrimiento confirma el pasado ibe´rico del Castell de la Bleda, mientras que la presencia de materiales constructivos de e´poca romana apunta a la existencia de una villa de hace 2000 an~os. Son evidencias indirectas, pero claras, depositadas dentro de silos medievales, que consisten en grandes fragmentos de cera´micas y de ti´picas tejas romanas, asi´ como fragmentos de dolia, grandes tinajas utilizadas a modo de lagar para almacenar el vino. Desde la de´cada del 1930, ya se teni´a constancia de que en el entorno del Castell de la Bleda se habi´an localizado superficialmente cera´micas de e´poca ibe´rica y romana.
En 1961, el arqueo´logo Pere Giro´, avisado por el entonces propietario de la finca, pudo constatar que, en los campos recie´n labrados, habi´an aflorado cera´micas, paredes, pavimentos y cimientos de alguna construccio´n de e´poca romana.
A pesar de que ninguno de estos indicios se habi´a producido al lado del edificio, la actual actuacio´n arqueolo´gica en su interior ha permitido confirmar las hipo´tesis ma´s optimistas y desgranar la historia milenaria de este emplazamiento. “Antes del actual edificio, que data del siglo XVII, hubo una masi´a medieval, y antes de esta, un castillo. Ahora, adema´s, podemos afirmar que aqui´ tambie´n existio´ una villa romana y un asentamiento ibe´rico”, comenta Esteve, que se muestra esperanzado ante la posibilidad de descubrir nuevos restos. “La superficie excavada no alcanza ni una tercera parte del espacio con ma´s potencial arqueolo´gico. Estoy convencido de que el Castell de la Bleda au´n nos oculta muchas sorpresas”, concluye.