Captar la belleza es una tarea complicada; gestarla y hacerla realidad, es una misión solo al alcance de unos pocos. En Breguet, la creatividad y la belleza nunca dejan de ir unidos y de sus capacidad nacen piezas como esta limitadísima edición de 14 piezas destinadas a la mujer. Estamos hablando del Classique Phase de Lune Dame que se reinterpreta para mostrar la delicada visión del tiempo.
Breguet continúa conquistando el aire
Gentleman
El primer ‘classique’ con este carácter llegó al mercado en 2016; ahora aparece en escena una nueva visión que se viste de color rosa. Lo hace en su pulsera de piel de aligátor, y también en los engastes que decoran la caja de oro blanco y 30 mm de diámetro, con zafiros de ese color y diamantes compartiendo protagonismo. El rosa también está presente en la fase de luna, que situada a las seis horas aparenta ser la prolongación del dibujo que ofrece la esfera de nácar blanco y cuyas irisaciones se asemejan al efecto de las nubes.
Tan delicado argumento debe tener su correspondencia con un calibre de nivel. Esto le corresponde al 357L, un movimiento de carga automática que lleva años mostrando su fiabilidad y precisión. Como todas las creaciones Breguet está totalmente finalizado a mano y entre sus elementos de distinción la decoración Côtes de Genève y la masa oscilante guilloqueda ‘Grains d’orge’. Hay dos detalles más que resaltar. La caja tiene el canto ligeramente acanalado, las agujas Breguet llevan el añadido ponme évidée de acero azul y luce un número único.