La excelencia mediterránea

Vista nocturna de la catedral de Málaga.

Vista nocturna de la catedral de Málaga.

Málaga vive un momento de plenitud. A orillas del Mediterráneo, la capital de la Costa del Sol ha perfeccionado un equilibrio muy particular: lujo sereno, bienestar cotidiano y una manera de entender la vida en la que la luz marca el ritmo. Una ciudad para caminar, saborear y contemplar; un destino que ha transformado su esencia sin renunciar a su autenticidad.

Más de 3.000 años de historia han dejado huellas excepcionales: desde la Alcazaba, al Teatro Romano, la Catedral renacentista o la decimonónica calle Larios… Un patrimonio que convive con una modernidad vibrante, museos de referencia en todo el mundo y barrios creativos. Málaga es una ciudad que celebra su legado mientras avanza hacia un futuro cosmopolita, sostenible y lleno de energía.

La famosa playa de la Malagueta, con una de sus tradicionales barcas para asar espetos.

Cerca de 40 museos tejen un mapa cultural único en España. El histórico Museo Picasso abrió el camino a una revolución que hoy completan el Centre Pompidou, el Carmen Thyssen, la Colección del Museo Ruso y una constelación de galerías y espacios contemporáneos. Festivales de música, cine, arte urbano y literatura dotan a la ciudad de una programación continua que respira creatividad.

Y si hablamos de creatividad, la gastronomía malagueña es un libro abierto. El espeto, símbolo de la ciudad, convive la alta gastronomía de restaurantes con Estrella Michelin como Kaleja, José Carlos García y Blossom. La Gala Michelin 2026, además, ha confirmado a Málaga como capital culinaria.

Vista de la ciudad, enclavada en una situación privilegiada entre el mar y los montes de Málaga.

La capital andaluza ha vivido también una transformación hotelera sin precedentes: la oferta de cuatro estrellas se ha duplicado en los últimos 20 años; cinco hoteles de cinco estrellas, con varios más en camino; y la previsión de duplicar las plazas de gran lujo en el próximo año. Rooftops con vistas al mar, spas mediterráneos, terrazas íntimas y experiencias a medida definen un mapa alojativo pensado para quienes buscan excelencia sin artificios.

Este lifestyle se basa en la claridad: bienestar, gastronomía, diseño, cultura y más de 300 días de sol al año. Compras premium, barrios creativos, baños árabes, centros de bienestar y una agenda repleta de celebraciones —Semana Santa, Feria de Agosto, Festival de Cine— completan un destino que se disfruta sin prisa. Málaga no se visita: se vive.

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