La Residencia de Deiá celebra su 40 aniversario

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La Residencia celebra sus cuatro décadas de vida con programas especiales

El mítico hotel mallorquín reabrió sus puertas el pasado 26 de marzo, aprovechando la ocasión para celebrar sus cuatro décadas de vida con una temporada llena de emocionantes proyectos relacionados con el arte, la gastronomía y actividades al aire libre. No podía ser de otra manera ubicándose en el enclave artístico de Deiá.

Fotografía:Belmond
La zona de exterior de La Residencia en Deiá

Este será el tercer año consecutivo en el que Belmond muestra su conexión con el arte contemporáneo a través de MITICO, una serie artística creada en conjunto con la galería internacional Galleria Continua. El artista francés Daniel Buren presenta ‘Haltes Colorèes, travaux in situ pour MITICO, 2023-2024’. Se trata de seis creaciones originales que podrán descubrirse en seis de las propiedades más icónicas de la marca hotelera. La Residencia alberga desde abril Descanso colorido para La Residencia, trabajo in situ, 2024.

Fotografía:Belmond
El arte forma parte del alma de La Residencia

Debido al éxito del pasado año, La Residencia y Galleria Continua ha organizado la segunda edición de Artists in Residencia. Con este programa, tres artistas son seleccionados para crear una obra que se exhibirá en la propiedad. El prestigioso jurado estará formado por algunos profesionales de la talla de Thomas Moons, Arnaud Champenois, Lorenzo Fiaschi (cofundador de la galería), Carlo Falciani (comisario de arte) y Pixy Liano (una de las artistas de la pasada edición).

Gastronomía mallorquina

Por otra parte, su restaurante El Olivo presenta una propuesta renovada de la mano del chef Pablo Armando Aranda, que traduce el entorno de Deiá en un menú degustación que vuelve a los orígenes musulmanes de la isla. Así, traslada al comensal a un pasado de hace más de 800 años recuperando los sabores mallorquines y mediterráneos. Clásicos como el cordero, el arroz, la costra de ensaimada o el foie gras escabechado conforman la nueva carta.

Fotografía:Belmond
La experiencia gastronómica también se ha renovado en La Residencia

Se ofertan 12 platos en el Menú Mayurqa, 6 en el Menú Deiá y opciones vegetarianas en el Suq y el Almunia. El renovado Tramuntana Grill es el favorito de los huéspedes, con delicias elaboradas en el horno Josper. Tras la segunda fase del restyling, centrada en la zona de la piscina, el restaurante se muestra con un encanto aún mayor, presentando un espacio con una nueva combinación de colores y divertidas sombrillas.

Cultura y deporte

Además, La Residencia se ha unido a Viti Vinci para dar un paso más hacia la sostenibilidad. El atelier desarrolla fórmulas aromáticas a partir de aceites esenciales de plantas silvestres, como La Esencia de La Residencia, que se puede apreciar en todo el alojamiento. En 2023 crearon una línea propia de amenities de baño que invita a los huéspedes a vivir una experiencia sensorial sin precedentes, con unos recipientes cerámicos elaborados en Valldemossa y diseñados por Son Moragues.

Fotografía:Belmond
La artesanía se desarrolla en La Residencia

Con esta colaboración, los propios huéspedes podrán crear su propio perfume en una actividad que se celebra en el taller del genio Víctor Alarcón. La Residencia tiene una relación singular con artesanos y creativos locales que también se muestra en el proyecto junto a Mel Vici, con las abejas como protagonistas. Este emprendimiento mallorquín será el responsable de las cinco colmenas instaladas en el olivar, con una miel que espera producirse entre junio y noviembre y que estará matizada por plantas aromáticas.

Fotografía:Belmond
La naturaleza reina en La Residencia

El certificado EarthCheck Silver reconoce la labor del hotel por implementar iniciativas y estrategias sostenibles que pasan también por unir deporte y naturaleza en una agenda de actividades culturales al aire libre. Con motivo de los 40 años de vida, se sumará una ruta especial en bicicleta por la sierra de la Tramuntana con 40 paradas en lugares emblemáticos de la isla. Los ciclistas pueden encontrar un enfoque gastronómico, histórico y cultural, además de paisajístico.

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