Buscar el mejor ejemplar de champagne puede ser un proceso complejo. Diferentes variedades y procedencias conforman una oferta casi inagotables de referencias entre las que escoger. Con o si motivo de celebración, siempre es buen momento para descorchar una botella. Proponemos una lista de las etiquetas más emblemáticas para saborear uno de los placeres de la vida.
Bollinger 13 2013
Blanc de noirs. Äy. Esta cosecha complicada se presentó fría y se vendimió tarde, por lo que la casa decidió hacer una edición limitada que recogiera esta singularidad. Se trata de un monovarietal blanc de noirs hecho con pinot noir que, tras permanecer más de 7 años con sus lías, es muestra de la sabiduría vitícola de Bollinger. Muy frutal, con pinceladas de frutos secos y un leve recuerdo mineral.
Laurent-Perrier Cuvée Rosé Brut
Tours sur Marne. Elaborado con pinot noir de diez de los viñedos más espectaculares de la región de Champagne. A diferencia de la mayoría de rosados, se obtiene por el sistema de sangrado seguido de una maceración que le da un carácter diferenciado y estructurado. Su presentación en jaula de mariposas no puede ser más vistosa y encierra gran riqueza sensorial.
Lanson Le Black Label
Brut Réserve. Reims. Cuando elegancia y refinamiento se alían en un champán de libro, hablamos de un Lanson de Etiqueta Negra que, cada año y fiel a sí mismo, reproduce un estilo donde la importancia de la frescura es un sello de identidad. Su degüelle ha sido este año 2021 tras al menos tres años de crianza. Se muestra vivo, ligero, fresco, muy equilibrado y suntuoso.
Belle Epoque Rosé 2013
Brut. Epernay. Este rosé de añada destaca por los aromas florales y de fruta roja, en una interpretación seductora de las variedades clásicas de pinot noir, pinot meunier y chardonnay que se utilizan para elaborar champán. Guarda un perfecto equilibrio entre ligereza y las notas de fruta madura que pueden resultar más marcadas. En boca, un abanico de sabores cautivadores.
Dom Perignon 2006
Brut Rosé. Epernay. Esta vez es Lady Gaga, artista versátil y rompedora, quien presta su nombre y creatividad para imaginar un mundo sensorial basado en una experiencia y una inspiración compartida con la Casa Dom Perignon. La intención es trasmitir libertad expresiva, artística y enológica en este champán de edición limitada que habla de intensidad y suculencia.
Pommery Rosé Royal
Brut. Reims. De atractivo color rosa, este champán es un ensamblaje de una pequeña proporción de pinot noir y de vinos blancos donde domina el chardonnay. Todo un derroche de sensibilidad enológica para llegar a un resultado que es todo delicadeza y finura. Hay que elogiar su boca estructurada, amplia y compleja que, sin embargo, deja lugar a la seductora sutileza que exhibe.
Moët & Chandon Imperial
Brut. Epernay. Este popular y clásico champán resulta quizás uno de los más versátiles que pueden encontrarse. Por un lado, tiene cuerpo y exhibe cierto músculo, pero también guarda la frescura propia del chardonnay, que le da eses gancho que tanto atrae. En el plano olfativo, se mueve entre los recuerdos de panadería y bollería y, en boca, su ligereza resulta embaucadora.
Louis Roederer Collection 242
Réserve. Reims. La historia de este champán empieza con su vendimia en 2017, pero a lo largo de su elaboración el ensamblaje se hace hasta con siete añadas más, para entre todas conseguir su característica personalidad. Destaca la madurez que presenta y la sedosidad que aportan los vinos de chardonnay para constituir una sensación untuosa, fresca, casi voluptuosa y siempre persistente.
Barons de Rothschild
Brut. Reims. Sin añada concreta, consigue que los vinos de reserva que entran en el ensamblaje aporten un matiz complejo de amplios registros aromáticos. Elaborado con la cuidadosa selección de las variedades chardonnay y pinot noir, es como hablar del emparejamiento de la elegancia y la redondez. La sensación global es floral, perfectamente arropada por un toque de frescura y sutileza.
G. H. Mumm Grand Cordon
Brut. Reims. En mente de todos está la franja roja que cruzaba en diagonal la etiqueta de la botella haciéndola inconfundible. Hoy, llega con moderno rediseño, donde sigue primando la icónica banda roja, pero esta vez en la propia botella. En este cuvée, que ha hecho historia en la casa Mumm, sobresalen las notas de pinot noir, que aporta redondez y conforman su envolvente personalidad.