En 2010, Blancpain decidió dar un nuevo impulso a su línea Villeret, el epitomé clásico de una compañía que rezuma espíritu de los clásicos. Durante estos años, esa reinterpretación ha estado cargada de nuevos argumentos que tienen en la base mecánica su mejor expresión. Eso es lo que ofrece este calendario completo con fases de luna que se mantiene preciso durante 8 días. Lo hace gracias al calibre automático 6639 con tres barriletes capaces de acumular la energía necesaria para llegar a esas 192 horas de autonomía. Un detalle llamativo de este calibre es que el balancín ha sido realizado en titanio.
En el apartado estético, la claridad en las indicaciones y la sencillez en su plataforma –la caja–, se convierte en máxima y en parte fundamental de su identidad. Una aguja azul de forma ondulada como el movimiento de la serpiente se encarga de la indicación del calendario. Con 42 mm de diámetro, la caja ha sido declinada en oro rojo con la esfera abombada finalizada en un elegante esmalte grand feu blanco. Para el remate de la pulsera, una correa de piel marrón pero también cabe la opción de acompañarlo de un brazalete de malla milanesa realizado en oro rojo.