Los diez nombres que iluminaron el año. Diseño: Enzo Mari
Diseñador revolucionario, artista, ilustrador, pensador radical, polemista como ninguno, conocido por sus furibundas intervenciones en mesas redondas y conferencias donde arremetía sobre todo contra el mercado del diseño falto de conciencia. Dotado de una inteligencia incisiva y en extremo crítica, su influencia perdurará por siempre. El italiano Enzo Mari murió a mediados de octubre, a […]
Diseñador revolucionario, artista, ilustrador, pensador radical, polemista como ninguno, conocido por sus furibundas intervenciones en mesas redondas y conferencias donde arremetía sobre todo contra el mercado del diseño falto de conciencia. Dotado de una inteligencia incisiva y en extremo crítica, su influencia perdurará por siempre. El italiano Enzo Mari murió a mediados de octubre, a los 88 años, un día después de que se inaugurase su gran exposición retrospectiva en la Triennale de Milán, una muestra llena de obras de arte de sus primeros tiempos, objetos, dibujos, prototipos, fotos que, por petición propia, ya nadie podrá volver a ver hasta dentro de 40 años, el momento en que él pensó que el público estaría preparado para entenderle.
Por suerte, son innumerables los objetos diseñados por él que andan por nuestras casas, testimonios de su genio y todos ellos elementos surgidos de la necesidad de hacer que algo mejorase. Mari era un obseso de la perfección, de los detalles casi imperceptibles que constituyen la diferencia formal, ya que para él la forma perfecta de un objeto es una y solo una, resultante de la correcta resolución de su función.
Pero también fue un pensador visionario, un verdadero intelectual preocupado, desde sus comienzos con Bruno Munari a final de los años 50, por la ecología, la sostenibilidad o el aspecto social del diseño, todos ellos temas que ahora son prioridad en el ideario de cualquier diseñador contemporáneo. Y sobre todo, fue un crítico feroz sobre el papel de la industria en la cultura de una sociedad de consumo basada en el “usar y tirar”. Su libro Autoprogettazione (1974) es un verdadero manifiesto, un libro de instrucciones para animar a la gente a fabricar sus propios muebles, una práctica que pretendía además incentivar la conciencia crítica de los usuarios.
De acuerdo con Enzo Mari, el buen diseño tiene estas cualidades: Sostenible, Accesible, Funcional, Bien Hecho, Emocionalmente relevante, Duradero, Socialmente beneficioso, Bello, Ergonómico, Asequible. Un código que habla de ética, de honestidad y de integridad. Enzo Mari deja al diseño huérfano de la agitación y la crítica que lo mantenía con cordura.