Cómo hacer tu propio roscón de Reyes en 6 pasos: fácil y riquísimo
Sí, has leído bien. Se acabó encargarlo con antelación y que te cobren un riñón por él. En Marabilias queremos ayudarte a que aprendas, de una vez por todas, a hacer tu propio roscón para deleitar a todo el que venga a casa a por su regalo de Reyes. Como en todo, hay mil recetas […]
Sí, has leído bien. Se acabó encargarlo con antelación y que te cobren un riñón por él. En Marabilias queremos ayudarte a que aprendas, de una vez por todas, a hacer tu propio roscón para deleitar a todo el que venga a casa a por su regalo de Reyes.
Como en todo, hay mil recetas con miles de coincidencias y de diferencias. Nosotros te damos la que mejor nos funciona. ¿Preparados? ¡Manos a la masa!
Ingredientes para un roscón mediano
400 gramos de harina de fuerza
25 gramos de levadura fresca de panadero
100 gramos de azúcar
125 ml de leche
70 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
2 huevos
1 ralladura de naranja
1 cucharada de ron
1 cucharada de agua de azahar
1 cucharada de aceite para untar el bol
Una pizca de sal
Azúcar granulada, almendras laminadasy/o fruta escarchada para decorar
Si todavía no eres un repostero asiduo en casa, te estarás preguntando qué es la harina de fuerza. Te lo aclaramos: la harina de fuerza se suele usar en repostería porque tiene más gluten que la harina de trigo normal, lo cual hace que la masa suba más rápidamente y no tengas que dejarla reposar durante horas antes de meterla al horno.
Una vez realizada la aclaración, vamos con los 6 pasos a seguir para elaborar tu roscón.
- Disuelve la levadura en la leche tibia y deja que repose 15 minutos.
- Unta el bol en el que vayas a hacer la masa con un poquito de aceite. Pon 350 gramos de harina (tamízala antes) y haz un pequeño hueco en el centro donde pongas: el azúcar, un huevo, el ron, la ralladura de naranja, el agua de azahar, la mantequilla, la levadura disuelta en leche y la pizca de sal.
- Amasa durante un par de minutos sobre una superficie lisa espolvoreada con harina. Si la masa queda demasiado pegajosa, espolvoréale los 50 gramos de harina restantes poco a poco, hasta que no se pegue a la superficie.
- Haz una bola con la masa y hazle un agujero en el centro, para darle forma al roscón.
- Déjala reposar durante una hora sobre una bandeja con papel de horno. Mientras, precalienta el horno a 200 grados.
- Batimos el otro huevo y pintamos el roscón por encima. Lo decoramos con las almendras o frutas escarchadas y el azúcar granulado. Finalmente lo metemos al horno.
Después de unos 15 o 20 minutos, cuando esté dorado, apagamos el horno. Eso sí: ¡hay que dejarlo enfriar antes de hincarle el diente! Y sobre todo: si el resultado no es el que tú esperabas, piensa que en repostería todo sale mejor con la práctica.
Para aquellos que les gusta el roscón relleno, la receta aún no ha terminado. Los rellenos tradicionales son crema pastelera, nata o trufa. Aquí te dejamos las pautas para elaborarlos:
- Crema pastelera: bate cuatro yemas de huevo y añádele 100 gramos de azúcar, 50 gramos de harina, medio litro de leche y 30 gramos de mantequilla. Añade la corteza de un limón y déjalo a fuego medio hasta que espese. ¡No dejes que hierva!
- Nata: mezcla 500 ml de nata para montar con 4 o 5 cucharadas soperas de azúcar. Es importante que la nata esté fría y que la batidora sea de varillas. Bate la mezcla hasta que espese y la nata quede compacta.
- Trufa: para rellenar el roscón de trufa tienes que echar unas cucharadas de cacao (al gusto, si lo prefieres más o menos negro) a la nata y seguir los mismos pasos que te hemos indicado en el relleno anterior.
Corta tu roscón por la mitad para poder rellenarlo. Si quieres que sea auténtico de verdad, métele una sorpresa en el relleno. Pero si prefieres comerlo sin relleno, también puedes añadirle la sorpresa en la masa, antes de meterlo al horno, teniendo cuidado para que no se rompa ni se abra.
¡Que aproveche!