Acaba con el bra-roll, el michelín de la tira del bikini
Lo llaman bra-roll en inglés, lo que en España sería ‘rollo del sujetador’. Es ese antiestético michelín que sale en los laterales de la espalda, por encima y por debajo del sostén, por el exceso de piel y grasa localizada en la zona. Lo cierto es que muchas veces pasa desapercibido porque tenemos la costumbre […]
Lo llaman bra-roll en inglés, lo que en España sería ‘rollo del sujetador’. Es ese antiestético michelín que sale en los laterales de la espalda, por encima y por debajo del sostén, por el exceso de piel y grasa localizada en la zona. Lo cierto es que muchas veces pasa desapercibido porque tenemos la costumbre (buena o mala) de mirarnos de frente en el espejo. Pero el día que se nos ocurre mirarnos por detrás y aparece por debajo de la camiseta ajustada o el vestido sin tirantes que nos hemos puesto (por no hablar del bikini), casi morimos del susto.
Hay veces que las marcas se deben más a una mala elección del sujetador (menos talla de la adecuada o abrochado un par de corchetes más adentro de lo que deberíamos), pero hay otras veces que existe de verdad, en esa zona tan localizada: la parte central de la espalda, a los lados de la columna, tiene una piel bastante fija donde difícilmente aparece la flacidez. Sin embargo, no sucede lo mismo en la zona lateral, donde además se puede acumular más grasa.
“El bra-roll típico es el que se forma por debajo de la escápula, pero al poner el sujetador puede verse aplastado sobresaliendo una zona por encima, muchas veces en continuación con la cola de la mama, y otra por debajo del mismo”, explica el doctor Jesús Benito, cirujano plástico y director de la clínica Antiaging Group Barcelona.
El bra-roll, siempre al acecho
Es más habitual en mujeres mayores que en jóvenes, pero lo cierto es que puede aparecer en cualquier momento porque la grasa y el exceso de peso lamentablemente no entienden de edades. Una dieta adecuada es la primera medida y, mal que nos pese, también el ejercicio físico, combinando actividades aeróbicas (correr, bici, bailar, caminar, nadar) con otras de tonificación de espalda. No es fácil y requiere constancia.
Otra opción es recurrir a soluciones estéticas para grasa localizada, que las hay. “La liposucción puede ser el tratamiento adecuado en esta zona, ya que vaciamos de tejido adiposo y al mismo tiempo estimulamos la retracción cutánea”, apunta el doctor Benito. El problema principal en estos casos es la flaccidez. Si hay mucha, nos seguirá sobrando piel debajo de la escápula (que desaparece al levantar los brazos). “La liposucción en muchas ocasiones se extiende a los flancos de la zona lumbar, ya que por regla general el acúmulo en estas dos zonas y de esta forma podemos definir mucho mejor la espalda. En pacientes que han perdido mucho peso el principal problema a tratar, como he comentado antes, es la flaccidez y el exceso de piel y el tratamiento puede ser una dermolipectomía”, añade el cirujano.
En muchas clínicas de estética la técnica que se recomienda para tratar la grasa localizada de este (y otro) tipo es la criolipólisis o CoolSculpting, un método aprobado por la FDA estadounidense que se basa en la acción del frío pero sin cirugía y sin inyecciones.”
Ahora se pueden tratar zonas que antes eran inaccesibles, incluso la grasa subescapular, el michelín debajo del sujetador”, indica la doctora María José Crispín, especialista en medicina estética y nutricionista.
Los científicos Dieter Manstein y R.Rox Anderson de la Universidad de Harvard, descubrieron que las células de grasa llegan a la congelación y se cristalizan a una temperatura superior al resto de células, con lo que aplicando la temperatura específica durante un periodo sostenido de tiempo, se consigue su eliminación sin dañar los tejidos circundantes.