‘Remedios’ caseros para una puesta a punto veraniega
Elimina los callos Venimos de tener encerrados a los pobres pies durante todo el invierno y ahora los exponemos al exterior de la noche a la mañana con calzados abiertos, por lo que es lógico que se resientan y aparezcan callos. Para eliminarlos, empapa dos rodajas de cebolla en vinagre de vino durante 4 horas. […]
Elimina los callos
Venimos de tener encerrados a los pobres pies durante todo el invierno y ahora los exponemos al exterior de la noche a la mañana con calzados abiertos, por lo que es lógico que se resientan y aparezcan callos. Para eliminarlos, empapa dos rodajas de cebolla en vinagre de vino durante 4 horas. Retírala; antes de dormir, colócalas sobre la piel endurecida y envuélvelo con papel film para sujetarlas y que penetre. Colócate unos calcetines viejos para no manchar nada. Frota con una piedra pómez la zona al día siguiente, notarás cómo se ha reblandecido.
Suaviza manchas de la cara
Tomar el sol provoca la aparición de manchas en la piel, especialmente en la cara. El perejil y el pepino son buenos blanqueantes. Licua pepino y machaca perejil, mezcla cinco cucharadas del primero y del segundo y añade otras cinco más de aceite de ajonjolí o de germen de trigo. Mézclalo bien y mételo en un frasco de cristal. Mantenlo ahí en un lugar oscuro durante dos o tres días y después, aplícalo sobre las manchas con un algodón y déjalo actuar unos 20 minutos. Para quitarlo puedes lavarte la cara normal.
Deshazte de las manchas de las axilas
Al igual que las anteriores, las manchas que salen en las axilas son estéticamente incómodas e incluso pueden dar la apariencia de no estar depilado/a aun acabando de hacerlo. El limón también es un potente blanqueador. Puedes hacer una pasta con limón y bicarbonato de sodio para aplicártelo en las axilas, eso sí, NUNCA recién rasurado, ya que puede irritarte. Repite esta operación durante una semana -si te provoca rojez, reduce la frecuencia- y pasado este período, ponte el ungüento cada 3 o 4 días. Además de las manchas, reducirá la sudoración y el mal olor.
Calma las quemaduras del sol
Pasarse con la exposición al sol no es bueno y una de las consecuencias inmediatas son las quemaduras. Para aliviarlas puedes verter dos cucharadas pequeñas de vinagre de manzana en un vaso de agua fría y mezclarlas en una botella con atomizador. Moja una toalla limpia en el líquido y póntelo con cuidado sobre la piel afectada o pulverízatelo con un spray.
Hidrátate
Otro de los efectos cutáneos que aparece cuando suben los termómetros, es la sequedad. Para paliarla, combina en una olla caliente 2 cucharadas de agua y una pequeña de miel. Muévelo durante un rato a fuego lento hasta que queden amalgamados. Una vez apagada la olla, añade 125 mililitros de leche entera y yema de huevo. Bate todo bien y ponlo a enfriar en la nevera en un recipiente de vidrio. Extiéndetelo por la mañana y déjalo reposar durante unos 30 minutos. Elimínalo con agua y haz lo mismo por la noche. Si no tienes tiempo, es preferible que escojas la nocturnidad para aplicártelo, ya que es cuando las células se regeneran.
Adiós pelo seco
El pelo es uno de los que más sufre entre el mar, la piscina y el propio sol. Evita que se te quede con ese aspecto ‘estropajoso’ gracias al aguacate. Pela uno maduro, agrega una cucharadita de aceite de germen de trigo y otra de aceite de jojoba y muévelo hasta que quede uniforme. Lávate el pelo como sueles hacer y tras enjuagarte el champú, masajéate la pasta de aguacate desde el cuero cabelludo y hacia las puntas. Ponte un gorro de baño para que actúe mejor y mantenlo durante 10 o 15 minutos aproximadamente. Enjuágalo únicamente con agua. Realízalo una vez por semana y verás cómo te brilla el cabello.