Food trucks, una revolución sobre ruedas
Vender comida en la calle no es algo nuevo. En España existen ejemplos claros como las decenas de puestos de venta de castañas que pueblan las ciudades cuando llega el otoño o los camiones de chocolate con churros que alegran los domingos de familias enteras. Pero más allá de tres o cuatro tipos productos no […]
Vender comida en la calle no es algo nuevo. En España existen ejemplos claros como las decenas de puestos de venta de castañas que pueblan las ciudades cuando llega el otoño o los camiones de chocolate con churros que alegran los domingos de familias enteras. Pero más allá de tres o cuatro tipos productos no es posible ver camiones aparcados en la calle en los que se venda otro tipo de comida.
En cambio, en Estados Unidos el street food es una realidad asentada desde hace años. Su origen se remonta al siglo XIX cuando, en pleno crecimiento del país, estos pequeños restaurantes sobre ruedas comenzaron a poblar las ciudades para alimentar a obreros y trabajadores.
Los food trucks se popularizaron de nuevo en 2007 cuando, al inicio de la crisis económica, muchos chefs no podían permitirse alquilar un local para abrir sus restaurantes. De esta manera comenzaron a proliferar de nuevo los food trucks por las grandes ciudades en los que se ofrecía, y ofrece, a los clientes comida rápida de calidad cocinada en vehículos adaptados para ello.
Las trabas de la legislación española
Este fenómeno llegó a España hace unos años y se está asentando a paso de tortuga. Cada vez es más frecuente ver food trucks aparcados en las diferentes ferias y eventos que se organizan por todo el país. Pero, a pesar del éxito que tienen este tipo de establecimientos móviles, es imposible encontrarlos aparcados en la calle.
La legislación española no va a la misma velocidad que las tendencias imperantes en la actualidad. Las ordenanzas municipales de las ciudades no permiten que este tipo de establecimientos sobre ruedas se aparquen en cualquier calle para poder cocinar comida y venderla. Su presencia está limitada a fiestas y eventos privados. Esta revolución food truck se ha dejado ver incluso en la última edición del Salón de Gourmets, celebrado en Madrid el pasado mes de abril, en el que se podía encontrar una zona dentro de la feria reservada a estos pequeños camiones.
Actualmente, desde diversas asociaciones se está trabajando por establecer un marco legal que permita el street food en las calles españolas, de la misma manera que se vende cualquier otro tipo de comida. Como se puede leer en los manifiestos de organizaciones como Street Food Madrid, buscan destacar que los food trucks son un nuevo modelo de negocio que puede impulsar la gastronomía y la cultura en la calle y, en definitiva, conseguir que se desvincule el concepto de comida rápida como comida basura, mostrando que se pueden servir productos de calidad.
MadrEAT, el evento food truck madrileño
Un grupo de restauradores supieron ver hace un año el potencial de estos camiones para hacer llegar la alta cocina a todo tipo de público. Por ese motivo decidieron crear MadrEAT, un evento en el que los food trucks son los absolutos protagonistas. Su primera edición tuvo lugar en octubre de 2014 y el éxito continuo de la propuesta les obligó incluso a trasladarse a una zona con un mayor espacio para poner todos los camiones y puestos de comida callejera.
Dentro del mercadillo gastronómico, que ya va por su séptima edición, se pueden encontrar puestos de comida muy variada, desde hamburguesas a quesos o comida regional de gran calidad. En total 60 propuestas gastronómicas muy diferentes de las que disfrutar en un ambiente divertido que permite disfrutar a toda la familia.
MadrEAT no solo se limita a ser un mercadillo de comida callejera, también es un laboratorio de ideas en el que chefs pueden testar de primera mano la respuesta de los comensales hacia sus platos y un lugar en el que chefs que acaban de empezar pueden mostrar sus platos a todo el mundo.
La comida callejera da identidad a una ciudad
Como explica Pablo Giudice, cara visible de los restaurantes Sudestada, Chifa y Picsa, la comida en la calle es capaz de "dar identidad a una ciudad”, y con la organización de MadrEAT buscaban suplir esta carencia. Para el chef, lo primordial del evento es que permite trasladar la comida callejera de los grandes restaurantes a la calle porque como recalca “lo callejero no tiene porqué ser malo y es posible dar un producto de calidad a pie de calle”.
Estanis Carenzo, miembro del consejo asesor de MadrEAT, cuenta que desde ese consejo asesor se decide qué establecimientos pueden participar en el evento basándose principalmente en la calidad y en sostenibilidad de su proyecto. Buscan una oferta adaptada realmente a la calle no “muestrarios de restaurantes”, afirma el chef, platos “coherentes” con el tipo de evento que es MadrEAT.
En el espacio, que actualmente se sitúa en los jardines del Complejo Azca, se pueden encontrar desde camiones de restaurantes y establecimientos consolidados como Chifa, Mama Framboise, la Taberna Arzábal, Panenka, La Finca o Vermut Zarro, hasta locales más jóvenes que, gracias a su presencia en MadrEat han conseguido aumentar el número de clientes en su restaurante. Ejemplo de ello es La Cuchara, un restaurante de comida venezolana 100 % que gracias a su participación en el evento tuvieron que ampliar la capacidad de su restaurante.
Los food truck también se pueden seguir
Además de MadrEAT, existen cada vez más eventos dedicados a los food truck en toda la geografía española. Pierre-Julien Riffaud, un informático reconvertido a nómada gastronómico, creó Siga el food truck, un sitio web que cuenta con su propia aplicación, que permite descubrir cada semana en qué lugares de España se celebra algún evento que cuente con food trucks.
La historia de Pierre está muy asociada a estos camiones. Como explica Riffaud, hace dos años decidió comprar junto a Kim Hervet, maestra crepera, un camión de segunda mano y "adaptarlo para poder cocinar crèpes y galettes bretones", cuenta, dos grandes platos muy representativos de la gastronomía francesa. Y así nació Trisk ‘An. Su primera parada fue París, ciudad en la que su pequeño camión rosa se mantuvo durante dos años para trasladarse en 2014 hasta Barcelona. Desde entonces viajan por toda España para que la gente pueda conocer esas especialidades francesas y además se encargan de promover este tipo de eventos gracias a su web.
Un talent en televisión
La fiebre food truck no termina ahí. Shine Iberia, junto a RTVE, está preparando un talent en el que los camiones de comida callejera serán los protagonistas. Como ha explicado a Marabilias un responsable esta productora (que también desarrolla Masterchef España), el concurso nace como una “manera diferente de acercar la gastronomía al público”. Como cuenta, buscan “combinar el puro concurso de cocina con el viaje” y así “mostrar la diversidad gastronómica del país subidos en un camión”, añade.
Los participantes serán personas que trabajan en un food truck y como en talent de temática similar, habrá un jurado que cada semana planteará retos de cocina a los concursantes.
Peugeot se une a la revolución
Otra prueba más es que los fabricantes de automóviles ya han puesto sus ojos en el fenómeno y planean vehículos especialmente adaptados. Sin ir más lejos, la firma francesa Peugeot ha decidido diseñar su propio camión food truck. Presentado el pasado 2 de abril, la marca ha buscado diseñar un espacio de restauración itinerante con unas formas poco usuales para un food truck.
En apariencia es un furgón normal pero al abrirse el vehículo dobla su tamaño y muestra todo su potencial. El camión permite que todos los comensales puedan ver como el chef prepara los platos, gracias a una pantalla de 46 pulgadas, y que el chef esté cerca de los consumidores de sus creaciones. Los cocineros disponen además de todos los elementos de una cocina para poder trabajar cómodamente. Peugeot ha trabajado en colaboración con Euromag, empresa especialista en food trucks, para que el furgón esté adaptado a cualquier tipo de cocina.