El afeitado perfecto en cuatro pasos
Paso 1 Este es para los que tienen tiempo: Moja una toalla en agua muy caliente y colócala sobre el rostro un ratito. Otra opción es preparar la piel con un masaje, preferiblemente con algún tipo de aceite suavizante. Se trata de acondicionar la piel para que el afeitado sea más confortable y apurado. Paso […]
Paso 1
Este es para los que tienen tiempo: Moja una toalla en agua muy caliente y colócala sobre el rostro un ratito. Otra opción es preparar la piel con un masaje, preferiblemente con algún tipo de aceite suavizante. Se trata de acondicionar la piel para que el afeitado sea más confortable y apurado.
Paso 2
Con agua calentita y la ayuda de una brocha, se aplica el producto de afeitado sobre el rostro, “con la espuma de toda la vida o con jabones de afeitado, pero el jabón de manos no vale”, advierte Rafael López Centeno, barbero de El Kinze de Cuchilleros, un local emblemático de la capital, fundado en el año 1900 y decano de las barberías.
Encontrar el producto de afeitado perfecto es un problema para muchos hombres. Francesco Marrone, propietario de The Organic Pharmacy, estaba tan descontento con todo los que probaba que decidió crear el suyo propio. Y en su caso optó por una crema de afeitado. “Tenía que permitir un rasurado confortable, dejar la piel calmada y suave, lista para recibir una crema o un gel. La fórmula tenía que contener ingredientes tratantes, que también previnieran los pelos enquistados. En resumen, había que conseguir que afeitarse fuera un placer y no un sacrificio”. Y así nació su Sharing Cream.
Sea cual sea el producto, “lo ideal es extenderlo y trabajarlo sobre el rostro durante tres o cuatro minutos -explica López Centeno, barbero desde 1964-. Dice el refrán que si eres buen barbero, mora bien el cuero. Si la barba es más suave, no hace falta extenderse tanto tiempo”.
Paso 3
Llega el momento del afeitado. En las barberías profesionales se utiliza la navaja desechable porque apura mucho más, pero para afeitarse uno mismo con este instrumento se requiere cierta pericia. Como alternativa, en el mercado hay cuchillas de muy buenos resultados, pero aquí también hace falta algún consejo: “Ni todas las barbas son iguales ni todos los pelos lo son. Los hay que lo aguantan todo y otros que, con poco que apures, se empiezan a abrir”, añade López Centeno. En ese caso, lo mejor es no insistir, sobre todo a contrapelo, porque la piel se irritará y los poros pueden empezar a sangrar.
Paso 4
El paso final es indispensable y sin embargo, obviado por muchos. Cuando se termina el afeitado hay que aplicarse un after shave suave sobre la zona rasurada y el cuello, a ser posible con ingredientes calmantes como el té verde, la manzanilla o el aloe vera. Una vez que la piel lo absorba, aplica crema hidratante y tendrás tu afeitado perfecto.