Así funcionan los inhibidores de vello
¿Qué son? En formato de cremas, lociones, sérum, geles o sprays, los inhibidores de vello son productos que actúan sobre el folículo piloso modificando su estructura. “Para ello actúan a nivel de las células germinales de la raíz folicular y mediante una aplicación constante, el vello va creciendo cada vez más despacio, con menos fuerza […]
¿Qué son?
En formato de cremas, lociones, sérum, geles o sprays, los inhibidores de vello son productos que actúan sobre el folículo piloso modificando su estructura. “Para ello actúan a nivel de las células germinales de la raíz folicular y mediante una aplicación constante, el vello va creciendo cada vez más despacio, con menos fuerza y más fino”, explica el doctor Ramón Vila-Rovira, fundador y director de la clínica capilar Vila-Rovira en Barcelona. Es decir, que no vale dárselo un día y olvidarse tres.
¿Cuándo aplicar?
Justo después de la depilación, mientras el poro está dilatado para que penetren mejor. Se puede utilizar cualquier sistema depilatorio, pero será muy efectivo si se utiliza uno que elimine el vello desde la raíz (mejor que cuchillas, cremas depilatorias, etc.), incluido el láser. “Al extraer el pelo en el momento de la depilación, se abre el canal que lleva a la raíz donde crece el vello”, explica la doctora Ana Revuelta Alonso, médico, farmacéutica y directora técnica de Frénésies en España, un nuevo inhibidor de vello de formulación 100 por cien natural. “Los ingredientes de la crema llegan a las células del folículo piloso, sin dejar que penetren microbios (las nueces de Brasil se encargan de eso). El selenio y el resto de los componentes de la fórmula, al penetrar en el folículo piloso, bloquean la acción de las proteínas y los aminoácidos que están implicados en la formación del pelo”.
El funcionamiento es muy similar en todos los productos. En el caso de la firma Inhibitif, que ofrece productos inhibidores de vello corporal, facial y para la zona genital, su tecnología se basa en una triple acción selectiva de la actividad de su fórmula IGF-1, que es un receptor tirosina quinasa. Para entendernos, esta acción reduce los estímulos que impulsan el crecimiento folicular durante la fase de desarrollo de vello.
¿Son seguros?
Su aplicación resulta totalmente indolora y es menos agresiva que otros sistemas de depilación, ya que no dañan la piel, admite el doctor Vila-Rovira. “Se aplican sin peligro en distintas partes del cuerpo, ya sea a nivel facial o corporal, aunque se recomienda ir con más precaución en las partes con piel más sensible. Muchos de ellos incluyen en sus formulaciones ingredientes que además de retrasar el crecimiento, refrescan y suavizan la piel después de la depilación previa. Otra cosa distinta, independientemente de la seguridad, es que en algunos pacientes funcione mejor que en otros debido a las características individuales del vello, localización del mismo… y siempre teniendo presente que se requiere constancia en su uso”.
¿Son efectivos?
Nada como un tratamiento láser para la depilación definitiva, pero los inhibidores de vello son una solución efectiva para quienes no pueden permitirse económicamente otra cosa, para quienes no toleren bien el dolor y para utilizar entre sesiones de láser y depilación. “Cabe decir que son más efectivos en aquellos pacientes que presentan vello más frágil y poco abundante y que, evidentemente, no son una solución frente al hirsutismo, en el que hay un aumento del vello debido a un exceso o hipersensibilidad a los andrógenos”, concluye Vila-Rovira.
La constancia es fundamental y por lo general se recomienda una aplicación por día en la primera semana tras la depilación para empezar a ver resultados tras un mes de tratamiento, pero cada producto tiene sus propias indicaciones de utilización.