No tienes un paquete tan grande: ¡cierra las piernas en el metro!

Millones de personas nos movemos cada día de una punta a otra de las ciudades haciendo uso del transporte público y todos sabemos que en estos espacios es posible ver lo mejor y lo peor del ser humano. Sí, es verdad, sigue quedando gente que cede su asiento a los mayores, pero también están los que deciden poner su música a todo volumen, esos que creen que ducharse es de cobardes… y, sobre todo, esos hombres que se despatarran ocupando no ya uno, no ya dos, sino hasta tres asientos con sus hirsutas –o lampiñas– gambas.

Sabéis de quiénes hablamos, ¿verdad? Son esos mismos que, cuando les sugieres amablemente que replieguen sus extremidades para que puedas sentarte, empiezan a refunfuñar y poco a poco a toser, a hacer movimientos extraños, ruiditos… Todo porque se sienten molestos y ofendidos porque alguien les haya pedido que se comporten con un mínimo de urbanidad.

Blogs y campañas de concienciación

Tal es el cansancio con estos zancudos asociales que hay hasta blogs dedicados a denunciar estas situaciones: solo hay que echar un ojo a sitios como Your Balls Are Not That Big (“No tienes las pelotas tan grandes”) o Men Taking Up Too Much Space On The Train (“Hombres que ocupan demasiado espacio en el tren”)  para comprobar que no se trata de un fenómeno aislado: hombres y más hombres de todo el mundo despliegan su poder corporal por los asientos de todo tipo de transporte público y parece que nadie puede hacer nada para impedirlo

En Japón ya hay carteles educativos en los transportes públicos que recomiendan recoger las piernas y ahora en Nueva York parece que también quieren tomar cartas en el asunto. La autoridad responsable del transporte público en la ciudad estadounidense (TMA, por sus siglas en inglés) ha decidido lanzar una campaña de concienciación y a partir de enero los viajeros del metro serán avisados para que cierren las piernas. Además, los responsables de TMA quieren que los usuarios con mochilas grandes no las carguen a sus espaldas al entrar en los vagones.