Cuatro direcciones para que no te engañen con la trufa blanca

Cuatro direcciones para que no te engañen con la trufa blanca

La Taberna del Clinic Aquí estamos de estreno. En la Taberna del Clinic han renovado cocina, vajilla, barra y traen más energía que nunca. Decía la canción que Barcelona tiene poder… y en temas de gastronomía, mucho. Por eso no sorprende tanto la emergencia que está teniendo esta dirección del clan Simoes. Un pequeño plato, […]

La Taberna del Clinic

Aquí estamos de estreno. En la Taberna del Clinic han renovado cocina, vajilla, barra y traen más energía que nunca. Decía la canción que Barcelona tiene poder… y en temas de gastronomía, mucho. Por eso no sorprende tanto la emergencia que está teniendo esta dirección del clan Simoes. Un pequeño plato, su crema de castañas con yema y trufa blanca, ya justifica la visita. Sin olvidar sus rissoti y su colección de setas y hongos. Antonio, del que algunos dicen que se ponía la chaquetilla de cocinero antes que el baby de niño, demuestra que la cocina es delicadeza a pesar de su mirada de malo malote. Y su hermano Manuel es una de las personas que mejor nos puede aconsejar sobre vinos de toda Europa. Mucha tentación embotellada para disfrutar de la trufa blanca en este otoño. Los gallegos mueven Barcelona (Rossello, 155 – Barcelona – 934 104 221).

Da Giuseppina

El sardo Ignazio Deias la trufa blanca está a punto de convertirse en la estrella. Aunque el restaurante es, de hecho, un homenaje a su Italia natal, ahora y hasta el 14 de diciembre, promete aromas y sabores que nos estimulan algunas de nuestras sensaciones más primitivas y hedonistas. Huevos fritos, ñoquis de patata, la pasta di Camerino, il riso de Ferron... todos ellos platos habituales impregnados por el aroma diabólico de la trufa, pero a un precio todavía más de amigo, como también algunas variedades enológicas ad hoc y que incluyen vinos de la Toscana, del Piamonte, del Veneto o de Cerdeña, en pleno Chamberí (Trafagar, 17 – Madrid – 914 458 539).

Los Victorinos

Pocos dirían que en pleno casco antiguo de Zaragoza, en una taberna de barrio tan clásica y sencilla en la mejor de sus acepciones, iban a participar en esta exaltación de la siempre exclusiva trufa blanca. Pero Los Victorinos, local acogedor y de aforo reducido, además de un verdadero clásico de la ciudad, es una apuesta segura. Mientras nos integramos en su decoración taurina disfrutamos de sus enormes tapas, siempre creativas, que ahora incluyen este exquisito manjar. La tradición no evita a la inventiva (José de la Hera, 6 – Zaragoza – 976 394 213).

El Limonar de Soano

Este local santanderino también ha sucumbido a la aromática trufa blanca. El establecimiento, ubicado muy cerca del ayuntamiento y en pleno centro de la ciudad, incluye en su carta todo tipo de platos caseros con el toque de autor de Luis Antonio Rivas González, propietario y cocinero, y una gama de postres caseros destacables. Rivas demuestra tener totalmente dominada a la indomable trufa italiana, que llega fresca desde el Piamonte para acomodarse en diferentes platos de toda la carta, desde sus entrantes hasta la hora del postre, pasando por apuestas tradicionales. Me dicen que han visto a Tony Soprano por el Sardinero (Calle Rubio, 4 – Santander – 942 374 306).

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