La culpa fue del WhatsApp

Escribir intimidades

Casi todos (al menos un 20% de los que usamos wasap a diario) preferimos decírtelo por escrito que a la cara. Claro, resulta mucho más fácil escribir las cosas que no te atreves a decir ni susurrando en la oreja en los momentos más íntimos... Pero es un ERROR. Al final, te acostumbrarás a hacerlo así y afectará a tu vida. Empezarás a relacionarte de otra manera con los que te rodean, te obsesionarás con el móvil... Un sinvivir que en esos primeros momentos de calentón no te planteas. Sé más inteligente. Mira más lejos.

¿Celos? Nunca

A las 3 de la mañana te das cuenta de que llevas desde las 12 mirando cuando se ha conectado tu pareja por última vez... Y ves que no lo ha hecho y, por tanto, no leyó tu último mensaje. O, lo que es peor, ves que sí se ha conectado y que lo ha leído pero que no te ha contestado. ¿Por qué? ¿Qué estaría haciendo? ¿Con quién estaría? ¿Estaría con alguien más interesante que tú y por eso pasó del móvil? PARA, ¿pero qué locura de celos es esta? ¿Eres el nuevo Otelo? Antes de que tengas que ponerte en terapia, abandona estas prácticas. Si alguien no contesta cuando tú quieres, respeta su libertad.

Sé valiente

Si el wasap te ha servido para darle chispa a los principios de la relación con esos mensajes calentitos... ¿por qué después en el cara a cara no los mantienes? Has forjado una imagen de macho-muy macho o de mujer-muy mujer que a la hora de la verdad se queda en iconos llenos de fuego, látigos y demás parafernalia que sólo son dibujos... Qué bajón.

Deja de creer en el doble check

Si eres de los que piensa que el doble check significa que la otra persona ha leído tu menaje... querido estás obsoleto. Sólo significa que lo ha recibido y nada más. De ahí a que lo haya leído va un mundo. ¿Y si estaba en el baño? ¿Y si se le quemaban las tostadas? ¿Y si estaba en plena reunión laboral? Pero tú, claro, no te planteas ninguna de estas posibilidades, para ti sólo hay una. Pues esa una es incorrecta. Deja de usar wasap así porque sólo te va a traer problemas.

La tentación vive en la última hora de conexión

¿También eres de los controladores? ¿Miras obsesivamente cuándo fue la última hora de conexión? ¿No te gusta que alguien te controle así? ¡Desactívalo! ¡Es posible! Y así eliminamos los malos entendidos o la tentación del control de la pareja. En un sentido y en el otro. ¡Ay, qué felices éramos cuando el teléfono sólo estaba en casa! Si no estabas, pues no estabas y punto. Y nadie sabía nada más... ¡Qué gusto!