Priego de Córdoba: aquí se hace el mejor aceite del mundo
Intentar elegir el mejor aceite del mundo es algo tan difícil como decir cuál es el mejor caballo o el mejor vino. Cada producto tiene su momento y utilidad, y eso marca la valoración del producto. Curiosamente, desde hace unos años Priego de Córdoba aporta alguna de las etiquetas mejor valoradas en los rankings internacionales. […]
Intentar elegir el mejor aceite del mundo es algo tan difícil como decir cuál es el mejor caballo o el mejor vino. Cada producto tiene su momento y utilidad, y eso marca la valoración del producto.
Curiosamente, desde hace unos años Priego de Córdoba aporta alguna de las etiquetas mejor valoradas en los rankings internacionales. El circuito de concursos convierte a las marcas en ‘jugadores’ de la oleoliga mundial. Al igual que en el vino, el aceite tiene sus criterios de cata. Disfrutarlo es casi tan difícil como producirlo. Muchas veces compramos un producto por su envase, o etiqueta, pero la calidad solo de demuestra en el sabor.
La base de cualquier producto es la calidad y no resulta tarea fácil. Desde la recogida en el momento adecuado hasta una correcta manipulación durante todo el proceso… El producto final es motivo de orgullo. Algo tiene que haber para que marcas como Venta del Barón, Rincón de la Subbética o Cladivm sean siempre merecedoras de los primeros premios.
¿Cómo podemos comprar buen aceite a precio razonable? Pues con sentido común y siguiendo los consejos de Francisca García, una de las mayores impulsoras de la denominación que más alegrías da al olivo español. Sus consejos son tan sencillos como razonables:
La etiqueta es una fuente de información. El consumidor puede encontrar los siguientes tipos de aceite de oliva, Por supuesto lo mejor sería el aceite de oliva virgen extra.
- Aceite de oliva virgen extra. Que es un zumo de fruta obtenido en su momento óptimo.
- Aceite de oliva virgen. Que es un zumo de fruta obtenido de aceituna un poquito más deteriorado.
- Aceite de oliva. El aceite de peor calidad no se puede consumir directamente y por lo tanto hay que someterlo a un proceso de refinación. Una vez refinado se le añade un poquito de aceite de oliva virgen y se obtiene el aceite de oliva sabor suave o intenso con mayor porcentaje de virgen.
Preservar de la luz y el calor. Ya que los cambios de temperatura y la luz provocan oxidación en el aceite, provocando una pérdida de sus cualidades en menor tiempo.
Ver la fecha de consumo preferente. Debemos comprar el aceite de oliva virgen que tenga más fecha de consumo preferente ya que esto nos indica que se ha envasado más recientemente.
Buscar una tipo de aceite para cada uso. Aunque el aceite de oliva virgen extra en sus diferentes modalidades, Frutado Intenso, Medio o Ligero lo podemos usar para todo los usos culinarios, podemos recomendar los siguientes usos específicos.
- Aceite de oliva virgen extra para consumo en crudo o aderezo de platos.
- Aceite de oliva virgen para cocinar y freír.
- Aceite de oliva en sustitución de otras grasas vegetales o animales.
Comprar el aceite de oliva virgen filtrado si vamos a tardar tiempo en consumirlo o si es para usarlo en fritura o cocción. El aceite que no está filtrado, si no los consumimos pronto, presentará unos pozos que provocarán una fermentación en el producto.