Nomos Glashütte, el éxito de lo esencial
Saber en todo momento lo que hay que hacer para ser fiel a la idea con la que nació. No es solo un deseo, es una obligación que Nomos Glashütte se puso cuando nació al mercado en 1990. Con una estética inspirada en los mandatos de la Bauhaus, ha ido conformando un carácter independiente y […]
Saber en todo momento lo que hay que hacer para ser fiel a la idea con la que nació. No es solo un deseo, es una obligación que Nomos Glashütte se puso cuando nació al mercado en 1990. Con una estética inspirada en los mandatos de la Bauhaus, ha ido conformando un carácter independiente y que atiende a los principios de manufactura. Porque a pesar de su juventud, cuenta ya con diez calibres propios y lo hace además desde su centro de operaciones de Glashütte.
Una de sus aportaciones es el swing system, un proyecto de montaje en el que tras siete años de investigación y 12 millones de euros, creó una unidad de montaje que le permite no depender de aportaciones externas para realizar sus calibres. Este sistema lo utilizan ya casi todos sus movimientos. Hablando de mecánica, hay que destacar el calibre DUW 3001; con solo 3,2 milímetros de grosor, uno de los más planos del mercado. En lo que respecta a colecciones, la última incorporación es la serie Aqua, 16 modelos que destacan por su colorista puesta en escena y que tienen como destino tanto hombres como mujeres.
Herméticos hasta 200 metros, la caja está declinada en acero y juegan con el diámetro típico de la casa, 36 y 37 mm, pero añaden otras opciones de mayor tamaño que llegan hasta los 41,5 mm. En España, Nomos Glashütte esté presente ahora mismo en la joyería Wempe, en Madrid, en Joyería Montiel, en Pamplona, y El Cronómetro en Sevilla. Precisamente, la primera muestra en primicia durante estos días la colección completa de la firma.