El McLaren Technology Centre cumple 20 años: estas son las mejores curiosidades de su historia
Hablar de McLaren Automotive es hablar de vehículos de alta gama, ligeros y deportivos, con una amplia trayectoria en el mercado. La compañía tiene su sede en el McLaren Technology Centre de Woking (Surrey, Inglaterra), unas prestigiosas instalaciones que cumplen dos décadas en el presente mes de mayo. Veinte años repletos de historia y curiosidades.
Este centro fue inaugurado el 12 de mayo de 2004 en un acto al que acudió la mismísima Reina Isabel II. La ocasión lo merecía, pues está diseñado por el arquitecto británico Lord Norman Foster, responsable también del Apple Park de Estados Unidos y del Spotify Camp Nou, entre otros muchos trabajos de renombre.
Actualmente, el McLaren Technology Centre es la sede de McLaren Automotive y McLaren Racing. A muchos les sorprende saber que el terreno sobre el que fue construido su campus acogía originalmente una granja de avestruces y una maqueta de trenes. Para ello fueron retirados más de 300.000 metros cúbicos de tierra, que se redistribuyó por el terreno y se ajardinó de nuevo.
El lago que rodea al imponente edificio contiene más de 30 millones de litros de agua que se bombea a través de intercambiadores de calor. Estos, a su vez, ayudan a enfriar los edificios y a disipar el calor producido por el túnel de viento. Desde arriba, el Centro Tecnológico y el lago forman un círculo perfecto.
El entorno natural cobra especial importancia en este monumental terreno. Desde que McLaren se convirtió en su propietario, se han plantado más de 100.000 árboles y arbustos en el terreno de 50 hectáreas. Además, en los ríos y lagos habitan 11 especies de libélulas y caballitos del diablo, por no hablar de las más de 25 especies de mariposas que rodean el Parque McLaren. Siguiendo con la fauna de la zona, un dato muy curioso es que el lago acoge carpas criadas por la propia compañía, de mayor tamaño a las originales.
Un edificio de tales dimensiones y aspecto tan futurista no podía ser desaprovechado por las grandes productoras, por lo que ha servido de escenario para películas como Fast & Furious Presents: Hobbs & Shaw. Y es que las directrices del diseño fueron muy peculiares: que pareciera la Nasa en un 90% y Disney en un 10%.
La historia que rodea al McLaren Production Centre daría para uno o varios libros completos. En esta ocasión, vamos a finalizar nombrando un último dato curioso, y es que fueron necesarios dos millones de horas de trabajo para construirlo. En cuanto al imponente muro de lodo que rodea el edificio, cuenta con un metro de grosor y 27 de profundidad, y para su construcción hizo falta traer de Estados Unidos una retroexcavadora, una de las tres que hay en el mundo.
