Moët & Chandon: una historia de excelencia
Existe un lugar excepcional llamado Champagne. En esta tierra, acariciada por los rayos de un sol color champagne, se alza una señorial mansión de piedra caliza entre verdes paisajes sobre un fondo de extensos viñedos. Sus puertas de hierro abiertas de par en par nos dan una cálida bienvenida. El resplandor de las velas dibuja […]
Existe un lugar excepcional llamado Champagne. En esta tierra, acariciada por los rayos de un sol color champagne, se alza una señorial mansión de piedra caliza entre verdes paisajes sobre un fondo de extensos viñedos. Sus puertas de hierro abiertas de par en par nos dan una cálida bienvenida. El resplandor de las velas dibuja el camino hasta un espléndido salón cuya dorada decoración evoca el sonido de alegres celebraciones. El estallido del descorchar de los tapones rompe el rural silencio, ahogando el chasquido de los troncos que arden en la chimenea y uniéndose al jovial tintineo de las copas de champagne.
Aquí, en la Maison de Moët & Chandon, el savoir-vivre es una tradición, y el savoir-fête una especialidad. Adentrarse en las casas solariegas de la histórica maison de champagne es descubrir que en esta tierra vinícola, la fantasía no está lejos de la realidad.
ÉPERNAY, LA CUNA DE UNA SAGA
Apenas a una hora en tren al este de París, la ciudad de Épernay, en el corazón de la región de la Champagne, parece un lugar lejano. A medida que las grises sombras de París dan paso al verde exuberante de los campos de la Champagne, el terreno se abre hacia el río Marne, serpenteando libremente por sus llanuras hasta que el tren hace su parada en el centro de la localidad. Rodeada de un extenso paisaje de viñedos, Épernay está enclavada entre la montaña de Reims, una colina de ligera inclinación, y las laderas de las Côtes de Blancs. Esta ciudad es la cuna de algunas de las más famosas maisons de champagne, pero desde el primer momento, se hace evidente la herencia de Moët & Chandon.
El legado de Moët & Chandon, una de las maisons de champagne más antiguas, se asienta en casi 300 años de historia y savoir-faire. Es la historia de unos hombres excepcionales que forjaron su propio destino, siempre avanzándose a su tiempo y movidos por un espíritu emprendedor y una férrea confianza en su extraordinario producto. Todo empezó con el fundador de Moët & Chandon, Claude Moët, y su prometedor negocio vinícola.
Después de él, su nieto Jean-Remy Moët dedicó su vida a perfeccionar un producto de lujo único, antes de que su bisnieto, Raoul Chandon de Briailles, contribuyera a salvar la región de una devastadora plaga. Y finalmente vino Robert-Jean de Vogüé, el emprendedor internacional que, siguiendo los pasos de Jean-Remy Moët, abrió horizontes más allá de lo que jamás habría imaginado la maison. El destino ha querido que la historia de la Maison Moët & Chandon haya estado siempre estrechamente ligada a la historia de Francia, y su fortuna a esta tierra.