Arte, contracultura y tarot en ‘La torre invertida’, la nueva exposición de La Casa Encendida
La Casa Encendida presenta ‘La torre invertida. El tarot como forma y símbolo’, una exposición que se adentra en el peculiar interés del arte contemporáneo y la contracultura por las cartas del tarot.
Desde el jueves 10 de octubre La Casa Encendida acoge ‘La torre invertida. El tarot como forma y símbolo’, una muestra que explora las recurrentes relaciones entre creación contemporánea, contracultura y tarot. Comisariada por Pilar Soler Montes, reúne una selección de obras de artistas que abarcan desde los años 60 hasta la actualidad, desde los orígenes del tarot, pasando por las vanguardias y el surrealismo, hasta el renovado interés actual por este mundo tan místico.
A lo largo de la historia, los artistas han utilizado el tarot como inspiración para sus obras, atraídos por su simbolismo, su iconografía y su imaginación, además de por su poder para cuestionar el pensamiento racional y abrir el camino a otro tipo de reflexiones. Además, el tarot está abierto a las interpretaciones personales sin distinciones de origen, lo que ha implicado que a lo largo de su historia haya sido objeto de interés tanto de las clases altas como de las populares; tanto de la alta como de la baja cultura, como de la contracultura.
“Adentrarse en el tema del tarot es introducirse en un estudio caleidoscópico con múltiples puntos de vista. Por eso propongo en la exposición un recorrido sin un orden narrativo lineal, como la estructura del juego de cartas, compuesto por una serie de artistas que han usado el tarot y su significado en sus obras continuando con la idea contracultural que supone el pensamiento mágico para explorar la complejidad de la experiencia humana y cuestionar las narrativas dominantes”, explica Pilar Soler.
El nombre de la exposición no es ninguna casualidad. La carta de La Torre, cuando aparece invertida, significaría que es tiempo de afrontar las dificultades y los cambios, abandonar los errores repetidos, aprovechar la oportunidad de un nuevo comienzo, crear algo nuevo y mejor. Precisamente el proyecto se compone de los trabajos de una serie de artistas que han usado el tarot, su significado y posibilidades, en sus creaciones.
Uno de ellos es el mexicano Raúl de Nieves, que presenta tres obras escultóricas en las que, como prácticamente en el resto de su obra, investiga una y otra vez en historias de transformación y viajes simbólicos. Las obras que se presentan parten de la carta de ‘El Loco’, la carta número cero, lo que la convierte en la primera y última carta del tarot. Por su parte, Suzanne Treister nos muestra en ‘Hexen 2.0’, un tarot compuesto por 78 cartas que se expone en su totalidad, hecho para imaginar futuros alternativos a partir de historias paralelas.
Inspirada en el mundo del cómico está la obra del catalán Aldo Urbano, que ha elaborado para la ocasión su propio tarot, ‘Catedral debacle’, una baraja compuesta por los arcanos mayores donde se parte del tarot de Marsella para elaborar una nueva iconografía que se enlaza con un discurso subjetivo del artista para contactar con el inconsciente. Más cercana al naïf y al fauvismo está la pintura de Johanna Dumet (Guéret, 1991), que, siendo fiel al tarot de Marsella, presenta sus cartas en pintura sobre madera.
Betye Saar, Arish Ahmad Khan, Frédéric Bruly Bouabré y Niki de Saint Phalle son otros nombres que podemos ver en ‘La torre invertida. El tarot como forma y símbolo’, que también cuenta con diversos talleres y otras actividades. Se puede visitar de forma gratuita del 10 de octubre al 5 de enero en cuatro salas de La Casa Encendida.