Patek Philippe apuesta al cuadrado con su nueva colección Cubitus
Patek Philippe ha lanzado una nueva colección que se decanta por el reloj de forma y con un nombre llamativo: Cubitus. Nace con tres creaciones que anticipan por dónde discurrirá una línea que está definida por el sport chic.
Un nombre que no se olvida, Cubitus, y un diseño cuadrado inédito en el universo Patek Philippe para dar vida a una nueva colección, que se declina inicialmente en tres versiones (Gran Fecha, Día y Fases de la Luna Instantáneos, Ref. 5822P-001 de platino, la Ref. 5821/1AR-001 que combina acero y oro rosa con una esfera azul sol y la Ref. 5821/1A-001 de acero). Cubitus y su geometría inédita hay que situarlo en el sport-elegant, pero sobre todo hay que entenderlo con esa filosofía personalísima que siempre procura la manufactura ginebrina, no solo en la mecánica sino también en el ámbito del diseño con el desarrollo de un estilo estético propio. Así nacieron los Calatrava en 1932, o los Golden Ellipse en 1968. Si repasamos la lista de best-sellers, el Nautilus (1976), acabó convertido en el reloj iconográfico de la elegancia deportiva. En 1993 llegaba el Gondolo, y cuatro años después los Aquanaut. La visión femenina del Twenty~4 debutaba en el año 1999, y esa es en puridad la última colección –dentro de esa colección en 2018 llegaba el Twenty~4 Automático–.
Pero vamos al nuevo diseño. El Museo Patek Philippe, en Ginebra, alberga algunos modelos creados en la manufactura con la caja de forma cuadrangular, de manera especial en los años del art déco. Pero para esta nueva colección Cubitus, Patek Philippe ha desarrollado una estética marcada por un bisel de ángulos redondeados –es decir, combina el cuadrado, el círculo y el octógono–. La nueva caja Cubitus se distingue también por sus asas y por su construcción en dos piezas (fondo/carrura + bisel). El diámetro de 45 mm se combina con un perfil muy fino (9,6 mm en la pieza con complicaciones y 8,3 en los tres agujas) que le permite un perfecto ajuste y comodidad en la muñeca.
Otra particularidad: el contraste entre los acabados –satinado vertical y pulidos– habla de audacia pero también de horas trabajo; de hecho, estos acabados requieren unas 55 operaciones manuales por reloj. El brazalete metálico integrado que equipa a dos de los tres Cubitus iniciales sigue estas mismas pautas decorativas. Mientras, para acentuar el toque deportivo, las esferas, rotores y micro-rotores cuentan con un relieve horizontal para remarcar el carácter de la nueva colección.
Sin duda, la estrella inicial de esta colección es el Cubitus Gran Fecha, Día y Fases de la Luna Instantáneos, un modelo dotado de una nueva complicación y un movimiento con seis solicitudes de patentes. Para ello, la manufactura ha desarrollado un movimiento, el calibre 240 PS CI J LU de cuerda automática, que ofrece una mejora en la gestión de la energía para las indicaciones y sus saltos simultáneos en 18 milisegundos. Otro detalle es la perfecta alineación de las cifras de la gran fecha (a las 12 h), así como la posibilidad de corregir todas las indicaciones en cualquier momento del día. Las indicaciones coaxiales del día y de las fases de la Luna a las 7 h se completan con un segundero pequeño asimétrico a las 4.30 h. Como todos los modelos Patek Philippe de platino, también este reloj está decorado con un diamante, en este caso, por primera vez, de talla baguette, engastado sobre el bisel a las 6 h.
Y de las dos creaciones con segundero central e indicación de la fecha, hay que decir que hay también una novedad, la que marca la Ref. 5821/1AR-001, que opta por una estética bicolor de oro rosa y acero. Un ejemplo más de que Cubitus ha llegado para sorprender, y además destinada a un público que también quiere ser inédito.