House of Candy: el nuevo templo del placer sensorial en Barcelona
Un universo de golosinas, color y diseño que convierte la Gran Vía en un parque de emociones para todas las edades.
En plena Gran Vía de Barcelona existe un universo donde el suelo es de nubes, los árboles son helados gigantes y puedes perderte (literalmente) en un laberinto de fucsia brillante. No es un sueño ni una fantasía azucarada de Willy Wonka, sino House of Candy, la nueva experiencia multisensorial que está revolucionando el ocio urbano con una receta simple pero infalible: juego, aroma, color, sabor y mucha imaginación.
Más de 2.000 m² de puro despliegue sensitivo repartidos en 13 salas temáticas, diseñadas al milímetro para despertar los cinco sentidos y hacerte olvidar (por al menos hora y media) el mundo exterior. Desde una piscina de bolas inspirada en el regaliz hasta un cielo de algodón de azúcar flotante, cada espacio es un homenaje al goce sin culpa y a la estética pop más divertida.



Por detrás de este universo dulce hay una mente joven y emprendedora: Enrique Vives, barcelonés nacido en 1999, con alma de niño eterno y formación en dirección de empresas en la Universidad de Bath (Reino Unido). Su trayectoria comenzó lejos de los caramelos — en Morgan Stanley y Globalpraxis — pero su espíritu creativo lo llevó de vuelta a su ciudad natal con una misión, transformar la forma en que vivimos la cultura y el entretenimiento.
Ya lo hizo en 2023 con White Rabbit The Off-Museum, un espacio alternativo que fusiona arte, tecnología y narrativa inmersiva con ADN barcelonés. Y este 2025 lo ha vuelto a hacer con House of Candy, un proyecto que ha gestado junto a su familia; la misma que estuvo detrás de las míticas Galerías Bulevard Rosa y del hotel-bodega Terra Dominicata en el Priorat, y un equipo multidisciplinar que ha convertido una idea golosa en una experiencia visualmente arrolladora.



El proyecto es una iniciativa pionera en Europa, tanto por la magnitud del espacio como por su enfoque experiencial, estético y sensorial. “Queríamos crear un lugar donde el placer no tuviera que explicarse”, cuenta Enrique Vives. “Un espacio donde adultos y niños pudieran jugar, dejarse llevar y conectar con su lado más dulce”. Según Vives, House of Candy nace como un homenaje al poder transformador de una simple golosina. “Queríamos crear un universo que celebrara el juego, el color, la estética y la emoción, con la ambición de situar a Barcelona al frente del entretenimiento, el ocio y la cultura en Europa”. Aunque nace en Barcelona, su mirada apunta claramente a expandirse a nivel internacional.
Con una puesta en escena que estimula todos los sentidos, esta propuesta lúdica lleva la experiencia multisensorial a otro nivel: luces, texturas, aromas y emociones se combinan en un recorrido que prioriza el disfrute estético. La ambientación es tan cuidada que cada sala se convierte en escenario perfecto para selfies, vídeos virales o simplemente para perder la noción del tiempo. Un paraíso para la Gen Z, los creadores de contenido… y para cualquiera que necesite una dosis de alegría visual.



El recorrido, que comienza con un café de bienvenida especialidad de Onyva Coffee, y un sampling de golosinas pensado para activar los sentidos del gusto, el tacto y el olfato, termina con kioscos de impresión de fotos para llevarte un recuerdo tangible. Todo está pensado al detalle: helados artesanales de Paral·lelo Gelato, y cookies de Demasié, todo en un entorno donde el diseño juega con la nostalgia pop y se actualiza con guiños contemporáneos.
House of Candy no solo es un parque temático pop, es también una declaración de intenciones. Una oda a la imaginación, al derecho a jugar sin importar la edad y al poder transformador de una simple golosina. Es esa “grieta” luminosa en medio de la rutina que nos recuerda que la vida — cuando se vive con los cinco sentidos — sabe mejor.