Nace Familia Fernández Rivera
Grupo Pesquera renueva su identidad corporativa y nace Familia Fernández Rivera, pasión por el vino y la tierra. Las nuevas generaciones de este grupo vitivinícola toman las riendas de la empresa. Lo hacen adaptando su imagen a los mercados actuales, cada vez más competitivos. Así, la historia de este grupo, referente y principal impulsor de […]
Grupo Pesquera renueva su identidad corporativa y nace Familia Fernández Rivera, pasión por el vino y la tierra. Las nuevas generaciones de este grupo vitivinícola toman las riendas de la empresa. Lo hacen adaptando su imagen a los mercados actuales, cada vez más competitivos. Así, la historia de este grupo, referente y principal impulsor de la Denominación de Origen Ribera del Duero, continúa escribiéndose.
Con la nueva identidad corporativa, Familia Fernández Rivera otorga protagonismo y personalidad propias a cada una de las unidades de negocio que conforman el grupo. Las bodegas Tinto Pesquera, Condado de Haza, Dehesa de la Granja y El Vínculo, y el Hotel AF Pesquera conforman la estructura de una empresa que aspira a seguir siendo un referente en el sector enológico tanto español como internacional. “Grupo Pesquera no reflejaba nuestra grandeza”, asegura Lucía Fernández, directora general de Familia Fernández Rivera.
“El nombre estaba estrictamente ligado a un vino e invisibilizaba al resto de bodegas, fundamentales en nuestra trayectoria”. Además, esta nueva identidad busca poner a la familia en el lugar que le corresponde: “Nuestros logros son fruto del trabajo y la implicación de toda la familia durante más de 40 años”, sentencia Fernández. Ahora, con la incorporación de las nuevas generaciones a la estructura empresarial, Familia Fernández Rivera afianza su máxima seña de identidad: la calidad viene marcada por la conjunción perfecta entre tradición y modernidad.
UNA GRAN FAMILIA
¿Por qué Familia Fernández Rivera? “Si las ideas de mi padre se consumaron y trajeron consigo a uno de los mejores vinos del mundo fue gracias a la dedicación y esfuerzo de toda una familia”, aclara la actual directora del grupo, hija de Alejandro Fernández y Esperanza Rivera. Todas las hijas de este matrimonio, que comenzó su trayectoria vitivinícola en 1972, han nacido y crecido en Pesquera del Duero, un pueblo vallisoletano dedicado a la agricultura y la ganadería. Juntas se han criado rodeadas de viñedos y llevan dedicadas a la elaboración de vinos y la promoción del enoturismo desde la adolescencia.
En el presente, lideran un grupo conformado por cinco unidades de negocio y un equipo humano de más de 120 trabajadores. Sus vinos y productos se comercializan en más de 70 países. Así, con Familia Fernández Rivera, se ha apostado por poner en valor el trabajo humano y familiar que todas las personas que forman el grupo llevan desarrollando desde hace más de cuatro décadas. “Somos mucho más que Pesquera”, recuerda Fernández.
En el ámbito gráfico, el logo característico del grupo también se ha renovado, pero “sin renunciar a nuestros orígenes”. La nueva imagen conserva los elementos superiores del arco de piedra mítico de Pesquera de Duero. Éste, que da la entrada a la Plaza Mayor del pueblo, data de 1630 y ha sido utilizado por Familia Fernández Rivera desde el principio. No obstante, el nuevo diseño es más moderno e innovador.
“Buscamos proyectar la marca hacia una dimensión más actual. Es nuestra manera de conectar con los nuevos clientes, más vanguardistas y exigentes”, asevera la directora general del grupo. Además de en el logo de Familia Fernández Rivera, el emblemático arco va a estar presente en Tinto Pesquera, Condado de Haza y el Hotel AF Pesquera, convirtiéndose en el hilo conductor de todas las unidades de negocio de Ribera del Duero.
CINCO UNIDADES DE NEGOCIO
La nueva identidad corporativa no se reduce al cambio de nombre y logo del grupo. Las etiquetas de los vinos y productos de cada una de las unidades de negocio, y la imagen del hotel también han cambiado. Tinto Pesquera, buque insignia de Familia Fernández Rivera, ha optado “por evolucionar sin romper con lo anterior”, matiza la directora general del grupo. Este vino, considerado por Robert Parker, uno de los críticos de vino más influyentes a nivel internacional, como uno de los mejores tintos del mundo (1985), ha apostado por una nueva etiqueta. Ésta ha cambiado su tipografía, más vanguardista y actual.
En cuanto al dibujo, se ha decido mantener el arco de Pesquera de Duero, si bien se ha rediseñado con un toque más sutil y elegante. El resultado final es una etiqueta más moderna y refinada, que se ha materializado en MXI. Este Tinto Pesquera, que se lanzó al mercado en enero, se ha consolidado como el primer proyecto de Inés Bocos Fernández, Elvira Bocos Fernández, Lucía Pascual Fernández, Ángela Pascual Fernández Y Elisa Martínez Martínez, nietas de Alejandro Fernández y Esperanza Rivera.
Condado de Haza, la otra gran Bodega de Ribera del Duero, también ha modificado su etiqueta. Esta unidad de negocio de Familia Fernández Rivera ha querido expresar gráficamente que no es el hermano menor de Tinto Pesquera – la prestigiosa revista norteamericana Wine Spectator situó al Condado de Haza Crianza entre los mejores vinos del mundo (2012)-.
Con el nuevo diseño de las etiquetas, se le ha dado más personalidad a este vino. Al igual que en la etiqueta tradicional, se ha partido de la Iglesia de Haza, municipio burgalés en el que se ubica la bodega. No obstante, la nueva imagen se centra en la puerta de la Iglesia, que se ha representado con un trazo sencillo y limpio. Este gráfico se ha trasladado a las etiquetas de Condado de Haza y se ha reinterpretado de diferentes formas según el vino.
Dehesa de la Granja ha querido resaltar en su etiquetado la que es “su máxima seña de identidad”: una cava subterránea de 3.000 metros que fue construida en 1750 y que dota de personalidad a los vinos de esta bodega, situada en Vadillo de Guareña (Zamora). Esta unidad de negocio no sólo ha renovado la imagen de sus tintos. También, el de sus garbanzos, queso y aceite de oliva virgen extra. Su nueva seña de identidad viene definida por este túnel histórico cavado a pico y pala por los monjes hace casi 300 años. Las marcas de dichos túneles se han representado gráficamente en la etiqueta de todos los productos.
El Vínculo es quizás la unidad de negocio más transgresora, pues se trata de la bodega que Familia Fernández Rivera creó en Castilla La Mancha, concretamente en Campo de Criptana. Nacida para crear grandes vinos manchegos, esta bodega es la única del grupo no monovarietal. Además de Tempranillo, crece en la Tierra Airén, una variedad de uva blanca con la que Familia Fernández Rivera consiguió elaborar uno de los mejores blancos de España. Dado que es la única fuera de los límites de Castilla y León, el etiquetado sigue haciendo referencia a su ubicación.
No obstante, si antes los vinos de El Vínculo se representaban con los míticos molinos de La Mancha, ahora se ha optado por dibujar el viento. “Es la única etiqueta que ha roto totalmente con lo anterior”, señala la directora general de Familia Fernández Rivera: “Los Molinos eran demasiado recurrentes”. Campo de Criptana es famosa por sus vientos. Hay hasta 12 tipos distintos de viento. De ahí, que las nuevas etiquetas de esta unidad de negocio representen de forma lírica el movimiento del viento.
En aras de diversificarse, las nuevas generaciones de Familia Fernández Rivera abrieron en 2011 el Hotel AF Pesquera. Éste, ubicado en Peñafiel, milla de oro de la Ribera del Duero, ha reformulado tanto su imagen corporativa como su concepto. A partir de ahora, se centrará fundamentalmente en promover el enoturismo. Dado que lleva también el nombre de Pesquera, en el símbolo del hotel se ha empleado la misma tipografía del negocio Tinto Pesquera. No obstante, en cuanto a la imagen, el arco que se representa en el logo es mucho más vanguardista, y se reduce a un trazo sencillo. Es la forma de Familia Fernández Rivera de traducir en una imagen la frescura y elegancia que caracterizan al hotel.